Los servicios de inteligencia de los Países Bajos (AIVD) han informado este jueves que han impedido que un espía ruso, que utilizaba una identidad brasileña falsa, se infiltrara como becario en la Corte Penal Internacional (CPI). Se trata de la fiscalía que está investigando los presuntos crímenes de guerra cometidos por parte del ejército ruso en Ucrania.

Según ha explicado el AIVD, la persona en cuestión trabaja para el servicio de inteligencia militar ruso (GRU), ha usado una identidad brasileña falsa para viajar hasta la ciudad de La Haya, donde se encuentra la sede de la CPI. El fiscal de este órgano judicial se dedica a recopilar pruebas de los presuntos crímenes de guerra en Ucraïna. Concretamente, los servicios de inteligencia neerlandeses han considerado al espía ruso una "amenaza para la seguridad nacional" y le han negado la entrada en los Países Bajos "enviándolo de vuelta al Brasil con el primer vuelo de vuelta" de Amsterdam.

El AIVD, en un comunicado en su web, detalla que el oficial de inteligencia ruso pretendía hacerse pasar por el ciudadano brasileño Viktor Muller Ferreira (nacido el 4 de abril de 1989), cuando en realidad su nombre real es Sergey Vladimirovich Cherkasov (nacido el 11 de septiembre de 1985). Cherkasov utilizó una identidad falsa bien construida por la cual ocultó todos sus vínculos con Rusia en general, y el GRU en particular. Cherkasov usó una identidad encubierta bien construida mediante la cual escondió todos sus enlaces con Rusia en general y el GRU en particular, indican desde la inteligencia neerlandesa.

Este tipo de agentes de inteligencia, explica el AIVD, se les denomina "ilegales". Es un tipo de oficial de inteligencia que ha recibido formación larga y amplia. "A causa de su identidad de alias, los ilegales son difíciles de descubrir", apuntan. Es por esta razón que, a menudo, no se les detecta. En este sentido, desde el AIVD apuntan que, como los espías rusos se hacen pasar por personas con otras nacionalidades, podrian tener acceso a información que sería inaccesible para un nacional ruso. "Además del GRU, el servicio de inteligencia ruso SVR también hace uso de ilegales", señalan.

Una amenaza real

La Cort Penal Internacional investiga los posibles crímenes de guerra cometidos por Rusia en Ucrania. Al mismo tiempo, el CPI también investiga crímenes de guerra que tuvieron lugar durante la guerra rusa en Georgia el año 2008. Es por eso que el acceso encubierto a la información de la Cort Penal Internacional podría ser muy valiosa para los servicios de inteligencia rusos.

"Si el oficial de inteligencia hubiera conseguido acceder como interno en el CPI, habría podido reunir inteligencia y buscar (o reclutar) fuentes y organizar el acceso a los sistemas digitales del CPI. De esta manera habría podido aportar una contribución importante a la inteligencia que busca el GRU. También podría haber podido influir en los procedimientos penales del CPI", explica el servicio de inteligencia neerlandés.