La elección casi definitiva del nombre de Occitania, con el subtítulo de Pirineos-Mediterráneo como nuevo nombre de la macrorregión formada por la fusión de las antiguas regiones francesas de Languedoc-Rosellón y Mediodía-Pirineos se ha ganado el rechazo unánime del catalanismo político y social de la Catalunya Nord, así como de buena parte de la sociedad de este departamento, que no quiere que su identidad catalana quede subsumida en un nombre que sólo hace referencia a los occitanos.

Es por eso que, además de las quejas del colectivo SEM, la plataforma Sí al País Català, que defiende un nombre específicamente catalán para el actual departamento de los Pirineos Orientales, ha puesto en marcha una campaña a través de Change.org para reclamar un reconocimiento claro de la catalanidad de este territorio.

Una "imposición" de Tolosa de Languedoc

En la petición se considera que la "imposición" desde Tolosa de Languedoc del nuevo nombre es "una decisión arbitraria" que no es aceptable para los catalanes, "que no son occitanos", razón por la cual piden que el territorio catalán sea denominado País Català, ya que "los catalanes quieren ser reconocidos". En este sentido, los promotores de la iniciativa recuerdan que en los más de mil años de historia catalana, el territorio de la actual Catalunya Nord no ha formado nunca parte de Occitania.

La intención de la campaña es remitir los resultados de la petición al Consejo de Estado –que tiene capacidad de vetar el nombre decidido por el Consejo Regional– y a la presidenta regional, Carole Delga, así como los principales electos del departamento, como Hermeline Malherbe, presidenta del Consejo departamental, los diputados Ségolène Neuville, Jacques Cresta, Robert Olive y Fernand Siré y el senador François Calvet.