El opositor ruso encarcelado Ilya Yashin ha mandado un contundente mensaje después de la muerte de Alekséi Navalni, en el que expresa su temor por su propia vida, mientras el contexto de la muerte de Navalni todavía no está claro y las críticas contra el régimen de Putin resuenan en toda Rusia y en el mundo. Mientras tanto, Yulia Navalnaya, la viuda de Navalni, está exigiendo al Kremlin que haga entrega del cuerpo de su difunto marido para permitir un entierro digno, mientras las autoridades rusas abren un nuevo caso criminal contra el hermano de Navalni, Oleg, que supone una continuación de la presión sobre la familia y los partidarios del difunto líder de la oposición.

Ilya Yashin, condenado a ocho años de prisión después de denunciar los crímenes de guerra perpetrados por el ejército ruso en Bucha en el 2022, en el contexto de la invasión en Ucrania, ha visto su propio destino entrelazado con el de Navalni después de la muerte del conocido opositor ruso, con quien ha compartido una década de lucha y oposición al régimen de Putin. En una carta desde la prisión, Yashin ha explicado que se enteró de la muerte de Navalni el lunes pasado, y ha descrito el choque y la incredulidad que la han invadido delante la noticia. Para Yashin, la muerte de Navalni lo hace recordar el asesinato del líder opositor Boris Nemtsov, quien fue abatido cerca de los muros del Kremlin en el 2015.

El opositor ha afirmado estar "convencido" de que Putin "ordenó" la muerte de Navalni, que era amigo suyo. "No solo lo ha matado, sino que lo ha hecho de manera demostrativa. Especialmente, antes de las elecciones (presidenciales rusas a mediados de marzo) para que nadie dude de la implicación de Putin", ha añadido. "Para Putin, así es como se afirma el poder: con asesinatos, crueldad y venganza. Esta manera de pensar no es la de un hombre de Estado. Es la de un jefe de pandilla", ha escrito el opositor desde la prisión donde está internado desde que fue condenado en 2022.

Más allá del impacto que la muerte de Navalny ha generado en Yashin, el opositor al régimen ruso también destaca que su propia vida corre peligro en estos momentos. La afirmación de Yashin sobre el peligro que corre su vida no es infundada. Como opositor político encarcelado en Rusia, su seguridad está en manos del mismo régimen al cual ha desafiado y denunciado durante años. En sus palabras: "estoy detrás de los barrotes, mi vida está en manos de Putin, y está en peligro". Esta declaración es un recordatorio de los riesgos que enfrentan a los disidentes que se atreven a desafiar el poder a Rusia, donde la represión política y las tácticas brutales contra los opositores son una realidad cotidiana.

Por otra parte, la viuda de Navalni, Yulia Navalnaya, ha denunciado públicamente que las autoridades rusas están reteniendo el cuerpo de Navalni para encubrir un asesinato político, y ha exigido que se haga entrega del cuerpo de su marido para permitir "un entierro digno". Mientras tanto, Liudmila Navalnaya, la madre de Navalny, ha lanzado su propia demanda a Putin, instándolo a entregar también el cuerpo de su hijo para que pueda ser enterrado "con humanidad". La madre del difunto opositor ruso ha viajado hasta la prisión del ártico, donde estaba encarcelado Navalny, y donde murió, a identificar el cadáver, pero todavía no ha podido ver el cuerpo de su hijo.