España se mantiene como el principal miembro destacado de la OTAN que rechaza el objetivo de destinar un 5% del PIB a gastos militares, una cifra impulsada por Estados Unidos y que podría concretarse a la próxima cumbre de la Alianza Atlántica en La Haya, los días 24 y 25 de junio. Según ha indicado este jueves el secretario de Defensa norteamericano, Pete Hegseth, el consenso entre los aliados está "muy cerca" y la mayoría ya trabaja para alcanzar este nuevo umbral presupuestario. A pesar de las reticencias expresadas por algunos países, España se ha destacado como la voz más clara en contra del incremento, insistiendo en que el objetivo del 2% ya es suficiente para cumplir con las obligaciones que marca la Alianza. "Hay algunos países que todavía no lo han conseguido. No daré nombres", ha dicho Hegseth, a pesar de dejar claro que el acuerdo es inminente y se impondrá como nuevo compromiso compartido.

En este contexto, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha reafirmado este jueves que España seguirá apostando por el 2% del PIB como techo de gasto militar, considerándolo "suficiente" para cumplir con los compromisos establecidos por la OTAN. Ante la presión creciente de Estados Unidos para elevar esta cifra hasta el 5%, Robles ha subrayado que el nivel actual permite a España alcanzar los objetivos de capacidad militar asignados por la Alianza. "Si se cumple el compromiso del 2%, que lo cumpliremos sin duda este año, asumiremos nuestros compromisos", ha afirmado, desde Bruselas, en el marco de la reunión de ministros de Defensa aliados. La ministra ha remarcado que este planteamiento es plenamente coherente con las exigencias técnicas que marca la organización, aunque no se alinea con el nuevo rumbo político impulsado por Washington.

Robles ha defendido que España ya está en condiciones de cumplir con los objetivos de capacidad militar pactados por los 32 miembros de la OTAN, los cuales asignan de manera específica recursos y medios a cada aliado. Según la ministra, los planes previstos por el gobierno de Pedro Sánchez, que incluyen alcanzar el 2% del PIB en gasto militar, son suficientes para cubrir estas exigencias. "El plan que hemos aprobado nos permitirá este incremento en las capacidades que se nos exige para la Alianza Atlántica", ha asegurado. Además, ha querido hacer valer "el esfuerzo importante" que ya está haciendo España, destacando la participación activa en misiones en Letonia, Eslovaquia y Rumania como muestra del compromiso firme con la OTAN.

España, sola ante la mayoría

Con esta posición, España se ha quedado prácticamente sola dentro de la Alianza Atlántica, convirtiéndose en el aliado más crítico con la propuesta de fijar porcentajes concretos de gasto en Defensa. A pesar de su rechazo, la iniciativa de dedicar el 5% del PIB a este ámbito —propuesta por el secretario general de la OTAN, Mark Rutte— cuenta con un amplio apoyo entre los otros Estados miembros. Esta iniciativa contempla un 3,5% destinado a inversión militar directa y un 1,5% a otros gastos asociados a seguridad y mantenimiento de las fuerzas armadas, con el horizonte puesto en el 2032.