La OTAN ha remitido una nota de inteligencia a sus países miembros en la cual alerta de la movilización del submarino nuclear ruso 'K-329 Belgorod', portador del misil nuclear Poseidón, también conocido como el Arma del Apocalipsis, según ha avanzado este domingo el diario italiano La Repubblica. Diferentes fuentes extraordinarias apuntan que el nuevo submarino fue botado el pasado mes de julio, y ahora se habría sumergido en aguas del Ártico después de su posible implicación en los sabotajes que se han producido durante esta semana en los gasoductos Nord Stream. El principal temor de la OTAN es que la misión sea ahora realizar una prueba del supertorpedo Poseidón, un proyectil que tiene capacidad para desplazarse hasta 10.000 kilómetros bajo el agua para después acabar explotando cerca de la costa para provocar un tsunami radiactivo.

Supremacía militar rusa

El año 2018 Rusia presentó este torpedo nuclear como la vía para garantizar la supremacía militar rusa, aunque los expertos nucleares argumentan que se puede conseguir el mismo efecto con un misil intercontinental como los que funcionan desde la década de 1960. La respuesta de Estados Unidos no se ha hecho esperar, y ha activado la red de satélites para hacer el seguimiento de torpedos que aprovecha el gran calor que desprenden los proyectiles cuando se activan. El problema que tienen es que no son capaces de detectarlos bajo el mar. El Belgorod tiene 184 metros de eslora y 15 de manguera y puede viajar a unos 60 kilómetros por hora bajo el agua. Según los expertos, se calcula que puede pasar hasta 120 días sin tener que volver a la superficie. Entre su arsenal cuenta con el supertorpedo Poseidón, un proyectil de 24 metros con capacidad para llevar una cabeza nuclear de unos dos megatones. "Es un nuevo tipo de arma completamente nueva que obligará a las marinas occidentales a cambiar su planificación y a desarrollar nuevas contramedidas", ha apuntado al experto Sutton, según recopilación La Reppubblica.

La acusación de Rusia a los Estados Unidos

Después de los cuatro escapes en los gasoductos del NorD Stream los rusos fueron los primeros señalados. El gobierno ruso se ha defendido y este domingo ha asegurado que los Estados Unidos, Ucrania y Polonia están entre los interesados en el sabotaje de los gasoductos rusos Nord Stream en el mar Báltico. "En primer lugar, tenemos que aclarar quien lo hizo y estamos seguros de que estaban interesados ciertos países que expresaron anteriormente su postura", ha afirmado el vicepresidente ruso, Alexandr Novak, en el canal Rossía-1. Novak ha añadido que "los EE.UU., Ucrania y Polonia en su momento dijeron que 'esta infraestructura no funcionará y que harán todo el posible para eso'. Por eso, por descontado, eso hace falta analizarlo con seriedad". En esta línea ha asegurado que "nunca había habido accidentes como este. Sin duda, existen posibilidades técnicas de reparar la infraestructura, pero eso requiere tiempo y los medios necesarios. Estoy seguro de que se encontrarán las opciones adecuadas".

En la misma línea, el jefe del Servicio de Espionaje Exterior (SVR) de Rusia, Serguei Narishkin, ha denunciado un "rastro occidental" después de las huidas en los gasoductos Nord Stream. Esta semana, el mismo Vladímir Putin, calificó las huidas de "acto de terrorismo internacional" y acusó directamente a los países "anglosajones", sin precisar, de organizar "un sabotaje increíble".