El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha anunciado este miércoles que celebrará un referéndum sobre su ley anti-LGTBI. La normativa que persigue las charlas sobre homosexualidad en los centros educativos y veta el contenido audiovisual LGTBI en la televisión ha hecho saltar las alarmas en la Unión Europea (UE) que ha cargado contra el proyecto de Orbán porque considera que atenta contra los valores europeos.

El nombre oficial de la normativa es Ley de Protección a la Infancia y pretende "proteger" a los menores y luchar contra la pederastia. Ligar pedofilia y homosexualidad es un recurso viejo de muchos políticos de ultraderecha que Orbán ha reciclado. El líder ultraconservador se mantiene firme delante de la lluvia de críticas que ha recibido tanto dentro como fuera de su Estado y trabara de su página de Facebook ha anunciado un referéndum para afianzar su postura, sin embargo no ha confirmado la fecha ni si el resultado influirá en una ley que ya está aprobada, según recopilación Efe.

El que sí que se sabe sobre la consulta que quiere hacer al presidente húngaro son sus preguntas y su voluntad a que todos los ciudadanos la respondan con uno "no". Las preguntas serán las siguientes:

  • ¿Da apoyo usted a que se impartan sesiones de orientación sexual a los menores de edad en los centros educativos públicos sin el consentimiento de los padres?
  • ¿Da apoyo usted a la promoción del tratamiento de cambio de sexo en menores de edad?
  • ¿Da apoyo usted a la disponibilidad del tratamiento de cambio de sexo para los menores de edad?
  • ¿Da apoyo a la exposición sin restricciones de los menores a los contenidos de los medios de comunicación de carácter sexual que afectan a su desarrollo?
  • ¿Da apoyo usted a la proyección de contenidos mediáticos sobre el cambio de sexo?

Cegado contra Europa

Víktor Orbán tiene un largo historial de sobrepasar los límites de los valores europeos y de los derechos humanos, pero en lo que no está tan acostumbrado es a sufrir las consecuencias. Con su ley anti-LGTBI la UE ha dado un golpe sobre la mesa y ha amenazado Hungría con sanciones para violar los principios europeos. Orbán, previsiblemente, ha entrado en cólera y calificó de "vandalismo legal" el procedimiento que le abrió la Unión.

El primer ministro húngaro ha acusado a la Unión Europea de abuso de poder. "Es inaceptable que se relacionen los valores con los fondos", ha afirmado Orbán y ha sentenciado que "Bruselas abusa de su poder, pero aquí se trata de la libertad de nuestros hijos". La Comisión Europea ha rechazado estas acusaciones del líder ultranacionaista y ha asegurado que los problemas con Hungría van mucho más allá que las discusiones por la ley LGTBI-óbica.

 

Imagen principal: Viktor Orbán, presidente de Hungría, en una cumbre de la Unión Europea / ACN