La Cumbre de la ONU sobre el Agua ha concluido con un plan de acción con más de 700 compromisos para proteger "el bien común global más preciado de la humanidad". La Conferencia Mundial del Agua de la ONU, la primera de este tipo celebrada desde 1977, acabó el pasado viernes con un llamamiento a actuar "de manera global y con carácter de urgencia" para garantizar el acceso de la humanidad a este recurso. A pesar de que no ha surgido ningún gran acuerdo internacional al estilo de los grandes pactos mundiales por el cambio climático, se ha elevado el tema del agua hasta los primeros puestos de la agenda mundial.

El secretario general de la ONU, António Guterres, aseguró que el futuro de la humanidad depende de que "se cambien las formas de gestionar y administrar el agua", especialmente en la situación que vivimos actualmente, ante unas condiciones climáticas que se están viendo alteradas en todo el planeta. Una situación que por primera vez incluye las regiones y los países más desarrollados, donde hasta hace poco el acceso al agua potable y de saneamiento parecía un servicio básico absolutamente garantizado.

Garantizar el acceso al agua potable

Para el máximo responsable de la ONU, "nuestras esperanzas de seguir disponiendo de todos los servicios que nos brinda este recurso básico dependen de compromisos innovadores y orientados a la acción para poner el agua y el saneamiento al alcance de todos los habitantes de la Tierra de forma segura y sostenible". Asimismo, apuntó que es necesario desarrollar "infraestructuras resilientes, mejorar las conducciones de agua y los planes de tratamiento y recuperación de las aguas residuales" para garantizar el acceso al agua potable y de saneamiento a todas las personas del mundo, así como "reducir las presiones sobre nuestro sistema hidrológico y garantizar la toma de políticas inteligentes".

Unas políticas que, según Guterres, deben estar basadas en la gestión responsable, el compromiso con la sociedad, el fomento de la colaboración entre administraciones y empresas, el trabajo en red, la digitalización de los servicios y la participación ciudadana. En ese sentido, el secretario general adjunto de Asuntos Económicos y Sociales, Li Junhua, explicó que los compromisos agendados en el plan de acción abarcan una amplia gama de acciones, "desde la creación de nuevas capacidades operativas, hasta la mejora de los sistemas de datos y seguimiento; pasando por el aumento de la resiliencia de las infraestructuras y el aprovechamiento de los nuevos recursos".

Más presupuesto

Por su parte, el presidente de la Asamblea General de la ONU, Csaba Kőrösi, remarcó la necesidad de incrementar las dotaciones presupuestarias dirigidas a garantizar el acceso al agua potable y de saneamiento y optimizar los sistemas de manejo, entendiendo que los beneficios superarán con mucho las inversiones destinadas a ello. "Los 300.000 millones de dólares prometidos para impulsar la transformadora agenda que acabamos de activar tienen el potencial de desbloquear al menos un billón de dólares de beneficios socioeconómicos y ecosistémicos en 2030", señaló.