Una nueva explosión mortal registrada de madrugada en el sur de Moscú ha provocado la muerte de dos agentes de la policía de tráfico y de una tercera persona, según ha informado el Comité de Investigación de Rusia. Los hechos han tenido lugar alrededor de la 1.30 de la madrugada del miércoles en la calle Yeletskaya, cuando los agentes se acercaron a una persona considerada sospechosa cerca de su vehículo policial. En ese momento, según las autoridades, se habría activado un artefacto explosivo.

Los investigadores han acordonado la zona y han abierto una investigación criminal para aclarar las circunstancias del ataque. Fuentes oficiales han indicado que se están revisando las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, mientras que la televisión rusa ha difundido imágenes de un amplio despliegue policial y de emergencias en el lugar de los hechos. Testigos citados por los medios locales han descrito una fuerte explosión que rompió el silencio nocturno del barrio

Canales de Telegram cercanos a los servicios de seguridad rusos han apuntado que la tercera víctima mortal podría ser la persona que estaba colocando el artefacto explosivo, aunque esta información no ha sido confirmada oficialmente. Las autoridades no han detallado aún la identidad de los fallecidos ni si el ataque iba dirigido específicamente contra los agentes.

Tensión creciente en Moscú

La explosión se produce en un momento de gran tensión en la capital rusa, ya que ha tenido lugar a menos de un kilómetro del punto donde, a principios de esta semana, murió el teniente general Fanil Sarvarov. El vehículo del general, alto mando del Estado Mayor de las fuerzas armadas rusas, explotó el lunes por la mañana mientras circulaba por el sur de Moscú. Los investigadores rusos han calificado aquel ataque de posible asesinato y han atribuido la autoría, de manera preliminar, a los servicios de inteligencia ucranianos.

A pesar de la proximidad geográfica y temporal, no está claro si los dos incidentes están relacionados. Las autoridades rusas no han establecido ningún vínculo directo entre la explosión del miércoles y la muerte del general Sarvarov, pero varios analistas apuntan que el contexto general de seguridad se ha deteriorado notablemente durante el último año.

La muerte de Sarvarov provocó reacciones contundentes dentro del establishment político y militar ruso. Responsables gubernamentales y voces destacadas favorables a la guerra en Ucrania reclamaron represalias inmediatas, recordando que se trata del tercer ataque con bomba en Moscú en el último año que pone fin a la vida de un alto oficial vinculado a la invasión de Ucrania. Kiev, por su parte, no ha reivindicado ninguno de estos ataques.

Desde el inicio del conflicto, los servicios de inteligencia ucranianos han reconocido operaciones contra oficiales militares rusos y responsables designados por Moscú en territorios ocupados, a quienes acusan de crímenes de guerra. Sin embargo, se conocen pocos detalles sobre las posibles redes clandestinas que operan dentro de Rusia. La explosión del miércoles refuerza la percepción de una amenaza interna creciente y mantiene abiertos numerosos interrogantes sobre la seguridad en la capital rusa.