Este sábado, los franceses vuelven a estar llamados a salir a la calle para protestar contra, entre otras medidas, la subida de la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años que quiere aprobar el gobierno de Emmanuel Macron. Esta es la séptima vez en menos de dos meses que París y otras ciudades de Francia serán ocupadas por miles de manifestantes. Y es que, a pesar de la gran presión popular, el gobierno francés continúa empeñado en sacar adelante esta reforma.

Concretamente, el plan de reforma de las pensiones del gobierno francés, que se encuentra en fase de tramitación parlamentaria, pretende subir dos años la edad mínima de jubilación dos años, ampliar los años de cotización necesarios para recibir la pensión máxima y eliminar los regímenes específicos que hay hoy día para ciertos sectores.

La manifestación más matinal es la de Estrasburgo, prevista para las 10:30 horas de la mañana, dos horas y media antes que el resto de concentraciones. En cambio, en París, la manifestación empezará a las 14.00 en la Plaza de la República. A la misma hora se espera también el inicio de las movilizaciones en Marsella, Orleans, Montpellier, Lille y Burdeos, según el horario de marchas publicado por el diario 'Le Figaro'.

La tensión sobre la reforma de las pensiones aumenta en Francia

En Francia, la tensión sobre la impopular reforma de las pensiones está subiendo a raíz de la negativa del presidente Emmanuel Macron de reunirse de "urgencia" con los sindicatos y por la nueva iniciativa del gobierno para limitar el debate en el Parlamento. "Como garante de las instituciones, mi deber es preservar este tiempo parlamentario que está teniendo lugar", escribió Macron en una carta donde declina la petición de reunión de los sindicatos. Pero asegura que el gobierno está "escuchando".

Emmanuel Macron está chocando con un fuerte rechazo social a la reforma de las pensiones. Más allá de la gran respuesta en las calles, las encuestas apuntan que dos de cada tres franceses está en contra de la reforma de las pensiones de Macron. Ahora bien, el tiempo no juega a favor de los opositores a la reforma, ya que el gobierno francés escogió un polémico mecanismo, denominado "49.3", que limita los días de debate del proyecto y que le permite aplicarlo por ordenanza si el 26 de marzo las dos cámaras no se han pronunciado al respecto.

Macron no cede ante de la presión de la calle

Macron está decidido a aprobar la reforma de las pensiones a pesar de las multitudinarias manifestaciones en contra. Prueba de ello es el hecho que se ha reservado la posibilidad de recurrir al controvertido artículo "49.3" para conseguirlo.

Así pues, en estos momentos, el proyecto de ley de reforma de las pensiones se está tramitando en el Senado, que tiene que acabar el procedimiento este domingo, antes de volver a la Asamblea Nacional. El trámite parlamentario tendría que acabar la próxima semana o, como mucho, el 26 de marzo. Si no, Macron solo tendrá la posibilidad de sacar adelante la reforma de las pensiones mediante el artículo "49.3".