El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha dicho que continúa decidido a llevar a cabo una invasión terrestre de la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, donde se refugian muchos palestinos desplazados, a pesar de no tener la aprobación del presidente de los EE.UU., Joe Biden. Netanyahu ha dicho a los legisladores que el martes habría dejado "sumamente claro" al presidente de los EE.UU. que "estamos decididos a completar la eliminación de estos batallones en Rafah, y no hay manera de hacerlo si no es atacando el terreno".

Después de que los dos líderes hablaran el lunes, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, ha dicho que los Estados Unidos creían que atacar Rafah sería un "error" y que Israel podría conseguir sus objetivos militares por otros medios. En sus comentarios del martes, Netanyahu ha dicho que esperaría oír las propuestas de los EE.UU. "por respeto al presidente" sobre formas de proteger la población civil en Rafah antes de ordenar la operación. Pero ha dicho que no veía ninguna alternativa a una ofensiva terrestre si Israel quería llevar a cabo su objetivo de destruir a Hamás.

"La necesidad de eliminar Hamás"

"Tenemos un debate con los EE.UU. sobre la necesidad de eliminar Hamás", ha dicho Netanyahu. Funcionarios israelíes han dicho que Rafah, situado en la frontera con Egipto, es el último bastión importante de Hamás en Gaza. Se calcula que 1,5 millones de palestinos, más de la mitad de la población de Gaza, se han refugiado en Rafah después de huir de los combates a otras partes del territorio. La Casa Blanca ha dicho que no dará apoyo a una operación en Rafah sin que los israelíes presenten un plan creíble para garantizar la seguridad de los civiles palestinos.

La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, ha dicho que Biden había pedido a Netanyahu que enviara un equipo de alto nivel de funcionarios militares, de la inteligencia y humanitarios en Washington por discusiones exhaustivas sobre la operación planeada en Rafah. Los detalles todavía se estaban trabajando, pero la reunión probablemente se llevaría a cabo a principios de la próxima semana. De esta manera, la Casa Blanca ha instado en Israel a hacer más para permitir que la ayuda humanitaria fluya en Gaza. La guerra se desencadenó cuando combatientes de Hamás cruzaron a Israel el pasado 7 de octubre matando a 1.200 personas y capturando a 253 rehenes, según el recuento de Israel.

Se ha confirmado que casi 32.000 personas han muerto al ataque de represalia de Israel, según funcionarios de salud palestinos, y se teme que miles más hayan perdido bajo los escombros. El martes a última hora, un ataque aéreo israelí en una importante rotonda mató a 30 personas de grupos que se habían formado para asegurar la entrada de camiones de ayuda a la ciudad de Gaza, han dicho los medios de Hamás.