Al cierre de los colegios electorales en Israel, las encuestas a pie de urna dan como ganador al actual primier ministro del país, Benjamin Netanyahu, que adelantaría a su rival Beny Gantz por entre tres y cinco escaños, aunque está en duda que logre apoyos suficientes para formar gobierno.

El Likud de Netanyahu quedaría, según estas encuestas, como la primera fuerza política con entre 36 y 37 escaños de 120, una subida de entre cuatro y cinco escaños frente a los comicios del pasado septiembre, en el que el partido más votado fue Azul y Blanco de Beny Gantz, con 33, uno más que el Likud y que mantendría ahora o reduciría a 32.

Si estos datos se confirman con el recuento, demostrarían que la acusación a Netanyahu por tres cargos de corrupción, por los que deberá sentarse en el banquillo en dos semanas, no han supuesto una desmovilización de su electorado.

La Lista Unida, alianza que representa al sector árabe, sube entre uno y dos escaños, manteniendo el puesto de tercera fuerza política con entre 14 y 15 escaños.

Con estos resultados provisionales, el bloque del Likud con sus aliados tradicionales, la ultraderecha y los ultraortodoxos, aumenta cinco escaños con respecto a los 55 que alcanzó en septiembre, pero sin alcanzar la mayoría simple de 61 asientos.

Por su parte, la alianza entre los partidos de izquierda y centro izquierda (Laborismo-Guesher-Meretz) con Azul y Blanco no supera los 40 diputados por lo que necesitarían tanto el apoyo de la Liga Árabe como del ultraderechista laico Israel Nuestro Hogar, de Avigdor Lieberman, para formar un más que improbable gobierno de coalición.