Noche trágica en el sureste asiático. Al menos 174 personas han muerto en Indonesia durante una batalla campal en un partido de fútbol, según han informado fuentes policiales este domingo. Los violentos disturbios tuvieron lugar este sábado noche en la isla de Java, cuando miles de aficionados invadieron el campo porque su equipo había perdido y la policía utilizó gases lacrimógenos. Asaltaron el terreno de juego del estadio Kanjuruhan de la ciudad de Malang (provincia de Java Oriental), después de que el Arema fuera derrotado por el Persebaya Surabaya (2-3). Personas presentes en el campo grabaron algunas imágenes del momento:

 

El jefe de la policía de Java Oriental, Nico Afinta, ha explicado que 34 personas perdieron la vida en el interior del estadio y el resto murieron en el hospital. Además, cerca de 180 personas resultaron heridas y están bajo tratamiento médico en varios hospitales de la región, con diferentes niveles de heridas. Entre las víctimas hay muchos niños de entre 12 y 17 años, según el Ministerio del Empoderamiento de la Mujer y Protección Infantil. La mayoría de las muertes se produjeron a raíz de la estampida de los aficionados, cuando decenas de ellos se asfixiaron. Se trataba de un "espacio lleno de gente, que provocó dificultad para respirar yfalta de oxígeno", ha señalado el comisario. Sin embargo, hay quien critica la actuación policial.

Críticas a la policía por el uso de gas lacrimógeno

La batalla campal empezó cuando unos 3.000 aficionados del equipo perdedor asaltaron el terreno de juego y empezaron a atacar a los jugadores. La policía intervino y empezó un duro enfrentamiento entre ambas partes, hasta el punto que las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos. Así, los violentos disturbios dejaron al menos 174 muertos (incluidos dos policías). La elevada cifra de víctimas mortales la convierte en una de las peores tragedias de la historia del fútbol, acompañada de la conocida como la tragedia de Hillsborough: el 15 de abril de 1989 murieron 96 personas (y 766 heridos) en una avalancha humana durante un partido entre el Liverpool y el Nottingham Forest en el estadio de Hillsborough (Sheffield).

El uso de gases lacrimógenos por parte de la policía ha sido criticado por entidades como Amnistía Internacional (AI), que ha exigido a las autoridades indonesias una "investigación rápida, exhaustiva e independiente sobre el uso de gases en el estadio". Este tipo de gases "nunca tienen que ser disparados en espacios confinados" por mor de su alto nivel de peligrosidad, además que las normas de seguridad de los estadios de la FIFA prohíben el transporte o el uso de los denominados "gas de control de multitudes". "El gas lacrimógeno solo tiene que utilizarse para dispersar multitudes cuando se ha producido una violencia generalizada y cuando otros métodos hayan fallado", expresa al director ejecutivo de AI en Indonesia, Usman Hamid. De hecho, "se tiene que advertir a la gente que se utilizará gas lacrimógeno y permitir que se disperse".

La Federación de Fútbol de Indonesia, con la policía

El mencionado comisario Afinta ha defendido la actuación policial: ha afirmado que las fuerzas de seguridad tomaron medidas preventivas y de distracción para que el caos no escalara, cosa que incluye el uso de los gases lacrimógenos. Pero todo en punta al hecho de que el uso de este gas significó el inicio de la tragedia. El presidente indonesio, Joko Widodo, ha expresado el suyo "más sentido pésame" y se ha limitado a solicitar "una evaluación exhaustiva de la ejecución de los partidos de fútbol", así como de los "procedimientos de seguridad para su celebración" y una investigación para "averiguar a fondo" los sucesos en Malang.

La Liga de fútbol del país ha suspendido todos los partidos durante una semana y la Federación de Fútbol de Indonesia (PSSI) ha anunciado la apertura de una investigación para aclarar los hechos. De hecho, ha señalado que da apoyo a la policía en la investigación y ha lamentado "las acciones de los fanáticos". "Está manchando la cara del fútbol indonesio. El Arema FC tiene prohibido ser anfitrión durante el resto de la competición", ha concluido.