La imagen de Omran dio la vuelta al mundo, y se convirtió en símbolo del drama y el horror que se vive en Siria a causa de la guerra. La fotografía fue tomada la semana pasada después de un bombardeo del ejército sirio en Apoleo.

El niño, a pesar de estar herido y en un estado de shock más que evidente, pudo sobrevivir. Su hermano, sin embargo, que también sale en los vídeos difundidos de la ambulancia que los atendió, no ha tenido la misma suerte y ha acabado muriendo en el hospital. Según ha informado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, el niño no ha podido superar las graves heridas provocadas por el ataque.

La historia de estos niños no es un caso aislado. De hecho, los niños son los que acaban pagando el precio más alto de la guerra. Unicef cifra en 8'4 millones los niños sirios que sufren las graves consecuencias de la guerra. Un conflicto que ya hace más de cinco años que dura y donde muchos niños, como Omran, no conocen una vida sin guerra, ya que ya han nacido en esta situación.