El expresidente de Zimbabue Robert Mugabe, el primer mandatario del país tras su independencia, ha muerto a la edad de 95 años, según ha informado hoy el actual presidente zimbabuense, Emmerson Dambudzo Mnangagwa, en su cuenta de Twitter.

"Con gran tristeza, anuncio el fallecimiento del padre fundador y ex presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe", ha señalado el actual mandatario zimbabuense.

Mugabe "fue un ícono de la liberación, un panafricanista que dedicó su vida a la emancipación y el empoderamiento de su pueblo. Su contribución a la historia de nuestra nación y continente nunca será olvidada. Que su alma descanse en paz eterna", ha agregado Dambudzo Mnangagwa.

Mugabe ha fallecido en un hospital de Singapur rodeado de su familia y su esposa, Grace, han explicado diversas fuentes al medio local ZimLive. El expresidente de Zimbabue estaba ingresado y recibía tratamiento médico en la ciudad asiática desde hacía cinco meses.

Robert Mugabe ostentó el poder en Zimbabue durante 37 años -desde su independencia del Reino Unido, en 1980- antes de ser derrocado en un golpe de Estado en noviembre de 2017.

Este suceso se produjo en respuesta a la decisión de Mugabe de despedir a su entonces vicepresidente, Emmerson Mnangagwa, en medio de tensiones entre éste y la primera dama, Grace, sobre quién debía ser su sucesor.

Mugabe dimitió el 21 de noviembre y fue reemplazado tres días más tarde por Mnangagwa, de 76 años, un relevo histórico que provocó el júbilo en las calles de un país próspero que el expresidente había llevado a la ruina. 

¿Quíen era Robert Mugabe?

Nacido el 21 de febrero de 1924 cerca de Harare, Mugabe, hijo de un carpintero y una maestra, se formó en escuelas maristas y jesuitas hasta llegar a ser profesor, y estudió varias carreras -la de Derecho entre ellas- a través de cursos por correspondencia.

El dirigente comenzó su lucha política a los 36 años y militó en varios grupos en la incipiente lucha independentista zimbabuense del Reino Unido, algo por lo que fue encarcelado en 1964.

Mugabe pasó una década en prisión, se vio obligado a vivir en el exilio y fue uno de los firmantes de los "acuerdos de Lancaster House", que enterraron a la antigua Rodesia y dieron pie a la nueva República de Zimbabue en 1980.

Elecciones dudosas y represión de sus opositores

En las primeras elecciones, se convirtió en el jefe de Gobierno de la naciente república, cargo que fue abolido en 1987 para crear el de presidente. Ese fue el puesto que ocupó hasta tres décadas después, gracias a varias elecciones de dudosa credibilidad de por medio y la represión sistemática de sus opositores.

Durante su mandato, Mugabe tomó decisiones muy polémicas, como las expropiaciones, iniciadas en el año 2000, de miles de granjas a propietarios blancos en una reforma agraria caótica, a fin de distribuir la tierra entre la población negra del país.

Hombre de dura retórica, este veterano político trataba a sus críticos como "traidores" y no ahorró diatribas para insultar a las grandes potencias occidentales como Estados Unidos o el Reino Unido (la antigua metrópoli), a las que acusaba de fabricar "diabólicas mentiras" sobre él.

El país hacía aguas y Mugabe achacaba el pésimo estado de la economía a las sanciones de la comunidad internacional.

Presidente homofóbico

También causó notable indignación internacional su fobia hacia los homosexuales, a los que consideraba, en su propias palabras, "peores que los cerdos".

Consciente de la necesidad de cambio y apaciguado tal vez por la vejez, en sus últimos años en el poder Mugabe, católico devoto, inició una campaña para intentar transformar su imagen.

En varias entrevistas se mostró afable, habló con cariño de sus cuatro hijos y admitió el amor que sentía por su esposa, Grace (40 años más joven), además de recordar a su primera mujer, Sally, que murió en 1992.

Mientras, los rumores sobre su mala salud perduraban y en sus apariciones públicas siempre se le veía aferrado al brazo de su esposa, una mujer con ambición política a la que los camaradas históricos de su partido -la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF)- miraban con recelo.

Golpe de Estado de 2017

A sus 93 años, Mugabe había anunciado su intención de concurrir nuevamente a elecciones y todo parecía indicar que nada iba a cambiar para Zimbabue a corto plazo, hasta que el 14 de noviembre de 2017 tanques militares comenzaron a marchar por la capital, Harare.

Esa misma noche, los altos mandos del Ejército se hicieron con el control del país, con Mugabe y su familia ilesos pero retenidos en su residencia.

El detonante de esa maniobra fue la destitución del entonces vicepresidente y hoy jefe de Estado, Emmerson Mnangagwa, un incondicional del partido y veterano de guerra al que se había opuesto Grace Mugabe, con reiterados ataques verbales en un contexto de tensiones por la futura sucesión del nonagenario líder.

En un gesto de gravedad inédita contra Mugabe, los altos mandos de las Fuerzas Armadas anunciaron públicamente que tomarían "medidas correctivas" si continuaban las "purgas" en la ZANU-PF, solo una semana después de la salida de Mnangagwa.

Las amenazas se cumplieron, pero Mugabe no cedió el poder hasta el 21 de noviembre, cuando ya su caída en desgracia era irreversible mediante una moción de censura parlamentaria interpuesta por su propio partido.