España ha decidido cerrar este miércoles el consulado y el Instituto Cervantes en Estambul ante una "amenaza terrorista". La quema del Corán en algunos países europeos por parte de grupos de ultraderecha ha generado una situación de alarma en Turquía, donde varios estados occidentales han alertado a sus ciudadanos residentes del elevado riesgo de un atentado. "En línea de prudencia y de seguridad con los principales países de la UE ante sospechas terroristas, se ha cerrado esta semana al público el Consulado General de España y el Instituto Cervantes", ha informado la embajada española en Ankara. A pesar de esta medida preventiva, han señalado que "en Ankara todo continúa con normalidad en la embajada" y que continuará abierta al público.

Aparte de España, otros países europeos han decidido tomar la misma decisión. Es el caso del consulado alemán en Estambul, que esta mañana ya se había adelantado y ha anunciado que cerrará "a causa de cuestiones de seguridad". La medida también la han adoptado los Países Bajos y el Reino Unido. El primer país que emitió una orden de alerta fue los Estados Unidos, que avisó a los ciudadanos estadounidenses residentes en Turquía "sobre posibles ataques de represalia de terroristas contra lugares de culto en Turquía" después de "las últimas quemas del Corán en Europa". De hecho, los EE.UU., junto con Francia, Alemania, Países Bajos y Reino Unido ya pidieron a sus ciudadanos que se mantuvieran alejados de lugares concurridos, entre ellos espacios religiosos.

Consecuencias políticas

En los últimos días, grupos de extrema derecha de países europeos como Suecia, Dinamarca y Países Bajos han salido a la calle para destrozar y quemar públicamente ejemplares del Corán. Todo empezó cuando, dos semanas atrás, el ultraderechista sueco-danés, Rasmus Paludan, incendió un ejemplar del libro sagrado musulmán delante la sede de la embajada de Turquía en Estocolmo. Turquía había presionado en el gobierno sueco para que impidiera el acto y, después de que no hiciera nada porque esta acción no viola ninguna ley, el gobierno de Erdogan decidió responder manteniendo el veto en la entrada de Suecia a la OTAN.

Llegada de yihadistas a Turquía

El malestar, sin embargo, ha ido más allá de la política y la población turca ha hecho varias movilizaciones en rechazo a la quema del Corán. La comunidad armenia ha advertido, sin embargo, que estas protestas pueden ir a más porque terroristas del grupo yihadista Estado Islámico han llegado a Turquía durante los últimos días. Ante eso, ha recomendado anular cualquier acto religioso durante los próximos tres meses, así como "tomar precauciones" ante la alerta de posibles atentados. Por su parte, los Países Bajos también ha emitido una alerta de viaje y ha asegurado que la quema de ejemplares del Corán en países europeos "puede evocar sentimientos antioccidentales y dar lugar a manifestaciones y protestas".