Los parisinos no tienen suficiente con el mea culpa de Macron. Sesenta años después de la masacre colonial contra independentistas argelinos que se manifestaban en la capital francesa, centenares de personas han vuelto a las calles para exigir que la operación dirigida en 1961 por el prefecto Maurice Papon sea declarado "crimen de Estado".

Según informa el rotativo Libération, la marcha, formada por centenares de personas, se ha dirigido al puente Saint-Michel, cerca de la comisaría desde donde surgió la represión policial sesenta años atrás. La manifestación ha sido asistida por representantes de organizaciones pro derechos humanos y figuras políticas del país.

No es suficiente

La pancarta al frente de la marcha de este domingo ha exigido "el reconocimiento del crimen de Estado" del 17 de octubre de 1961, en respuesta a la disculpa entonada ayer por el presidente francés, Emmanuel Macron, con motivo de estos hechos. Ayer, Macron admitió que "Los crímenes cometidos aquella noche bajo la autoridad de Maurice Papon son inexcusables para la República. Francia mira toda su historia con lucidez y reconoce las responsabilidades claramente establecidas", señaló en un comunicado del Elíseo.

Pero esta respuesta ha sido gravemente criticada hoy, ya que muchos acusan a Macron de limitarse a regurgitar lo que ya se sabe en vez de investigar más allá. "Es un pequeño paso más, pero no es satisfactorio", ha dicho el historiador Gilles Manceron, uno de los líderes de la Liga de los Derechos Humanos (LDH) que ha convocado la manifestación. "Es un reconocimiento de un delito de jefatura. Pedimos el reconocimiento de un delito de estado y el acceso real a los archivos", sin los cuales todavía no se ha constatado el número exacto de víctimas mortales.

"Es un gesto, pero sabemos muy bien que Papon no actuó por su propia cuenta. No podemos actuar sin órdenes políticas. Había una responsabilidad en lo alto del estado francés", insiste también en Liberatión un manifestante.

Ceremonia

Ayer sábado, Macron presidió una ceremonia en recuerdo de la masacre en el puente de Bezons, en la periferia parisina. Allí fueron asesinados y ahogados muchos de los manifestantes que se dirigían a la capital, espoleados por el movimiento independentista argelino del FLNA para protestar contra el toque de queda nocturno que al prefecto de la Policía les impuso días antes.

Durante la ceremonia, el presidente puso una corona de flores cerca del Sena, donde los manifestantes argelinos fueron el objetivo de los cuerpos policiales.

 

Foto principal: manifestación en París por los hechos del 17 de octubre de 1961 / @ericcoquerel