La población europea vive una espiral de radicalización de los jóvenes, y Emmanuel Macron ve la urgencia para reaccionar. El presidente francés ha declarado que la prohibición de las redes sociales a menores de quince años entrará en vigor “en los próximos meses” si la Unión Europea no consigue avanzar en estas regulaciones a escala comunitaria, en una entrevista en la cadena France 2. Después del apuñalamiento del pasado martes de una profesora asistente por un joven de catorce años en el norte del país, Macron constata que la preocupación por la influencia negativa de las redes sociales es dramáticamente real. Siguiendo esta línea, las declaraciones del líder europeo también han abordado la cuestión de la venta online de cuchillos, a la cual propone imponer barreras de edad similares en las que existen con la pornografía.
Para Macron, esta decisión unilateral es necesaria para garantizar la seguridad de los franceses y la salud de los jóvenes. “No podemos esperar que la Unión Europea actúe. Si no hay un acuerdo rápido, Francia tomará medidas”, ha declarado el francés, contundente. En un puesto en X la noche del martes, el presidente de la república también destacó la facilidad de implementación de la medida: “Las plataformas ya tienen la habilidad de verificar la edad. Hagámoslo.” Hace precisamente un mes que Francia intenta llevar a cabo una regulación europea de la mano de España, Grecia e Irlanda, pero hasta el momento no se ha conseguido pasar la barrera burocrática de la UE, así que Macron ha decidido tomarse la justicia por su mano.
C'est une recommandation des experts de la commission écrans : je porte l'interdiction des réseaux sociaux avant 15 ans. Les plateformes ont la possibilité de vérifier l'âge. Faisons-le.
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) June 10, 2025
Europa, un muro administrativo a sortear
A pesar de la determinación de Macron y el apoyo de otros países, el proceso para regular el acceso de los menores en las redes sociales a escala europea avanza a paso de tortuga. La propuesta para restringir el uso de plataformas como TikTok, Instagram o Snapchat a menores de quince años ha ganado fuerza en Bruselas —especialmente gracias al impulso de Grecia y el apoyo activo de Francia y España— pero la legislación todavía no tiene ningún tipo de materialidad. Esta iniciativa busca situar la Unión Europea como referente mundial en la protección de los niños ante el impacto de la exposición excesiva en las redes sociales, pero es complicado ser pionero cuando cargas con una máquina burocrática de quinientas toneladas.
Con estas declaraciones, Macron refleja la crítica a la gestión administrativa europea, que es lenta y está llena de obstáculos. Las diferencias entre Estados miembros sobre como aplicar y hacer cumplir estas restricciones, junto con los debates sobre la privacidad y la viabilidad técnica de los sistemas de verificación de edad, han dificultado la llegada a un acuerdo rápido. Mientras tanto, otros países como Nueva Zelanda, Estados Unidos, Puerto Rico o Australia ya han anunciado medidas más estrictas, como el establecimiento de una edad mínima para crear cuentas a las redes sociales. Esto pone todavía más presión sobre la UE, y es en este contexto en el que Macron considera imprescindible avanzar por la vía unilateral. Así pues, la voluntad de Francia de liderar esta regulación, aunque sea en solitario, refleja la impaciencia ante la pasmosa lentitud de Bruselas y la urgencia de responder a una preocupación social urgente que se manifiesta y crece día tras día.