La Alianza Democrática (AD), del actual primer ministro en funciones de Portugal, Luís Montenegro, ha ganado las elecciones legislativas anticipadas con el 33,55% de los votos, cuando el escrutinio va por más del 94% de los sufragios. Con unos resultados todavía provisionales, la formación de ultraderecha Chega, de André Ventura, se sitúa en segunda posición con el 23,47%, en un empate técnico con el Partido Socialista (PS) de Pedro Nuno Santos, que consigue el 23,04% de los votos. Ahora la pregunta es quién gobernará, ya que ninguno de los candidatos ha alcanzado la mayoría absoluta. Por lo tanto, habrá que estar atentos a los posibles pactos, que de momento son una incógnita.

Los portugueses han votado este domingo para renovar a los 230 diputados de la Asamblea de la República (Parlamento) en unas elecciones de que saldrá un nuevo Gobierno. Según los datos dados a conocer por el Ministerio del Interior, la participación ha sido del 48,28% hasta las 16.00 hora local, una cifra inferior a la registrada a los comicios parlamentarios del año pasado, cuando fue del 48,28% hasta la misma hora. Más de 10,8 millones de electores dentro y fuera del país han sido llamados a ir a las urnas, con 12.604 mesas repartidas de largo a largo del territorio portugués.

¿Por qué han celebrado elecciones anticipadas?

La repetición de las elecciones es consecuencia directa de un escándalo político que ha sacudido el gobierno de Luís Montenegro. Varios medios revelaron irregularidades relacionadas con Spinumviva, una empresa fundada por el mismo Montenegro antes de entrar en política. Aunque él ya no la gestiona, la sociedad continúa activa, tiene la sede en su casa y es administrada por su mujer e hijos. Además, tiene como principales clientes empresas adjudicatarias del gobierno, especialmente Sotoverde, una concesión de casinos y salas de juego.

El escándalo provocó una gran crisis política. Montenegro se enfrentó a dos mociones de censura, presentadas por Chega y el Partido Comunista, que solo superó gracias al voto en contra del Partido Socialista. No obstante, cuando el PS impulsó una comisión parlamentaria de investigación, el primer ministro optó por presentar una moción de confianza, sabiendo que la perdería, para evitar el desgaste de una investigación pública. Al perderla, se abrió un nuevo ciclo electoral. Este episodio ha agravado el desencanto ciudadano y ha contribuido a la inestabilidad política que vive el país.

Con estas elecciones, Portugal ha celebrado cinco comicios legislativos en menos de una década. Un país que Bruselas consideraba un ejemplo de moderación y estabilidad política, ha pasado a ser uno de los que más recurre a las urnas para resolver crisis internas.

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