Liz Truss ya es primera ministra del Reino Unido después de que Boris Johnson haya presentado su dimisión ante Isabel II y la Reina haya encomendado a la nueva líder del partido conservador formar su gobierno. Johnson ha abandonado esta mañana Downing Street recordando su lucha contra la pandemia, la guerra de Ucrania y el triunfo del Brexit y se ha dirigido hacia Escocia, al castillo de Balmoral, donde lo esperaba la soberana del país, que no se ha podido reunir con los políticos en Buckingham Palace, como manda la tradición, por sus problemas de movilidad. Este es un acto protocolario imprescindible antes que Truss anuncio los miembros de su nuevo gabinete que se espera que sea paritario y con diversidad racial. Por ejemplo, el mejor situado para ser el número 2 del gobierno de Truss es el hasta ahora ministro de Empresa, que asumiría la cartera de Economía, Kwasi Kwarteng hijo de migrantes de Ghana.

A las 12:00 del mediodía, con una puntualidad británica, la hasta ahora ministra de Exteriores ha llegado en la residencia veraniega de la Reina. Ha sido un encuentro a solas en la cual Isabel II está más que acostumbrada, ya que durante sus 75 años de reinado ha conocido a 15 primeros ministros diferentes. Tal como marca el protocolo, la monarca ha pedido a Truss que forme una nueva administración y ella ha respondido con uno sí. Según ha hecho público Palacio en un comunicado, "la Reina ha recibido en audiencia a Elizabeth Truss y le ha pedido que forme una nueva Administración. Truss ha aceptado el ofrecimiento de Su majestad y le ha besado las manos después de su nombramiento como primera ministra".

Los grandes pilares del gobierno de Liz Truss

Como ya avanzó en su discurso después de ganar las primarias del partido conservador contra su compañero Rishi Sunak, con quien había compartido gobierno durante la época de Johnson, Truss tiene la intención de gobernar como "conservadora". Eso implica una bajada importante de impuestos, no solamente a la clase trabajadora del Reino Unido sino también en las más acomodadas, en un contexto muy complicado. La población británica está muy preocupada ante un aumento considerable de los precios que no parece que tenga que parar en las próximas semanas o meses.

Además, una de las grandes prioridades también será su relación con Ucrania. Cuando el gobierno de Johnson se hundía por los constantes escándalos del primer ministro, Volodímir Zelenski parecía ajeno a la polémica del líder del Reino Unido, que se ha convertido en uno de sus grandes aliados durante la invasión rusa y viajó hasta Kyiv para despedirse del presidente ucraniano. Ahora, Truss ha prometido seguir en la misma línea. El otro gran pilar del nuevo gobierno será el Brexit, aunque Truss inicialmente era contraría a la salida de la Unión Europea, con los años se ha convertido en una de sus grandes defensoras, tal como ha demostrado durante su época al frente de Exteriores.