¿Podría influir el color de la piel del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en la aparición y ascenso del movimiento conservador 'tea party'? Eso es lo que se pregunta el sociólogo Robb Willer, de la Universidad de Stanford. La respuesta es clara: Sí. Eso, por lo  menos, es lo que se desprende de un estudio hecho por Willer y sus compañeros, basado en una serie de experimentos realizados entre 2011 y 2015.

Para hacerlo, los investigadores cogieron dos grupos de personas, ordenados de manera aleatoria y se les mostró una serie de fotografías de Obama, alteradas digitalmente. En uno de los grupos se les dio una fotografía donde la piel de Obama parecía ligeramente más clara y, en la otra, se había vuelto más oscura.

A continuación, los investigadores preguntaron a los participantes si daban apoyo al 'tea party'. Aunque la proporción de personas que dieron apoyo a este movimiento de derechas era minoritaria, los que vieron la fotografía oscura fueron doblemente propensos a decir que apoyaban el movimiento.

De hecho, sólo un 12% de los ciudadanos que vieron la fotografía clara apostaron pel 'tea party', mientras que de los que vieron la oscuridad lo hicieron en un 22%. Así pues, el resultado sugiere que los norteamericanos blancos son más propensos a mostrarse contrarios en Obama y que, además, estos lo hacían únicamente por motivos raciales, en función del color de su piel.

Otros experimentos

Este experimento, igual que otros que se han hecho desde que el presidente Obama cogió el poder, demuestra que en el subconsciente americano todavía hay un fuerte factor racial, que es determinante en las elecciones. De hecho, ya en el año pasado algunos estudios demostraron que durante las elecciones del 2008, las primeras que afrontó Obama, algunos de los carteles emitidos por los republicanos, los principales competidores, mostraban imágenes del presidente con la piel más oscura que en la realidad.

Sin mostrar los prejuicios de forma explícita, estos estudios demostraban que los republicanos habían intentado ganar votos intentando perpetrar los estereotipos raciales. Eso demuestra que, para los americanos más conservadores, que alguien de piel oscura tenga el cargo más importando del país es visto como un factor que crea cierta incomodidad, y que los republicanos, saben jugar esta carta.

Durante las próximas elecciones presidenciales, ninguno de los candidatos a presidir la casa blanca será de piel negra. Eso sí, por primera vez en la historia de los Estat Units, una mujer tiene posibilidad de optar a gobernar el país desde el máximo nivel. Hillary Clinton, candidata a las primarias demócratas, y quien tiene más posibilidades de ser finalmente nombrada para las elecciones de noviembre que viene. Habrá que ver pues, como afecta a eso, y si se seguirán perpetuando los estereotipos, ahora, en forma de género.