En plena recta final de las elecciones presidenciales francesas, la Fiscalía ha abierto una investigación a Marine Le Pen por un posible caso de malversación de su etapa como europarlamentaria. La líder del partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional (RN) está al punto de mira de la justicia francesa después de que la Unión Europea remitiera un informe de su Oficina Antifraude en que alertaba de un posible caso de malversación de fondos europeos por valor de 137.000 euros. Los hechos habrían tenido lugar en la etapa en que la política de extrema derecha era eurodiputada, entre 2004 y 2017.

La respuesta del equipo de Le Pen a esta información lo ha dado a uno de sus abogados, Rodolphe Bosselut, quien ha negado las acusaciones. Desviando unas posibles responsabilidades de la candidata de extrema derecha, Bosselut ha afirmado que se reservan el derecho a emprender acciones legales contra los antiguos empleados de su época como eurodiputada, los que considera que podrían haber sido los que malversaran fondos si las acusaciones se confirmaran. En más, el abogado ha reprochado que está la información sobre el inicio de la investigación en Le Pen se haya filtrado pocos días antes de la última vuelta de las elecciones francesas.

La sombra de la abstención

La última vuelta de las elecciones presidenciales francesas se disputará entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen, pero un tercer candidato se ha quedado a las puertas y con él miles de votantes que ahora serán claves, se trata de Jean-Luc Mélenchon. El electorado del candidato de izquierdas es marcadamente joven y está desilusionado con las dos opciones que han pasado a la última vuelta, tanto que la amenaza de la extrema derecha de Le Pen podría no ser lo suficiente para motivarlos a votar Macron. Casi el 67% de los participantes en una consulta de simpatizantes del partido de la izquierda alternativa de La França Insubmisa, partido de Mélenchon, ha afirmado que votará en blanco o se abstendrán.

Si se cumpliera lo que promete la encuesta, acabaría siendo una buena noticia para Le Pen y un gran impedimento para Macron. Sin embargo, por ahora, las encuestas auguran que Macron se podrá hacer con la victoria, pero con un margen todavía más estrecho que el año 2017. En este contexto, el electorado de izquierdas es fundamental por Macron para garantizarse una victoria ante Le Pen, tiene que seducir a unos votantes desencantados decididos a manifestarse en las calles para mostrar su insatisfacción para los dos candidatos que han llegado a la segunda vuelta. Por su parte, Macron se está esforzando en mostrar su talante más conciliador y en una entrevista en France Info ha afirmado que está dispuesto a enriquecer su programa con las ideas de otros partidos.