El 20 de noviembre hay una cita importante en Kazajistán. No es una cita cualquiera, sino que el país celebra unas elecciones. Unas elecciones que se prevén 'normales' por primera vez desde 1999. Desgraciadamente, todo hace pensar que aunque habrá varios nombres sobre la mesa, sólo habrá una opción real y que la palabra 'normalidad' quedará relegada a un lado. ¿Qué tienen en común pues las elecciones de Rusia y de Kazajistán? Este jueves, el actual presidente del país Kassym-Jomart Tokayev, ha sido nominado por unanimidad por el principal partido Amanat para participar en las elecciones presidenciales anticipadas que el mismo Tokayev convocó el mes pasado. Las elecciones se esperan para el 20 de noviembre, casi dos años antes y se esperan elecciones parlamentarias a principios del 2023.

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Los candidatos presidenciales a Kazajistán tienen que ser nominados por una organización registrada oficialmente como un partido político. En este sentido, hay pocos espacios para sorpresas. De los tres partidos políticos actualmente representados en la cámara baja del parlamento, todos han dado apoyo a Tokayev. Amanat, que tiene 76 escaños, se conocía hasta hace relativamente poco como Nur-Otan, fundado por Nursultan Nazarbayev –presidente del país desde 1990 en el 2019– el año 1999. También se conocía simplemente como Otan, destaca la publicación The Diplomat. Desde su fundación, ha sido el vehículo político del presidente de Kazajistán, primero de Nazarbayev y ahora de Tokayev. Tokayev impulsó el cambio de nombre el mes de marzo y después renunció oficialmente como líder.

Todo parece apuntar que Tokayev será el nuevo presidente del país sin demasiadas dudas. Hay, técnicamente, tres candidatos registrados oficialmente para la presidencia, se trata de Zhiguli Dairabaev, presidente de la Asociación de Agricultores del Kazajistán, Nurlan Auesbaev, por el partido Socialdemócrata y Meiram Kazhyken por la Mancomunidad de Sindicatos de Amanat. Según destaca la misma publicación, a pesar de promover reformas como un espacio de apertura para la política de oposición, recientemente no se han registrado nuevos partidos en Kazajistán. Zhanbolat Mamai, de Partido Democrático de Kazajistán, se queda en la prisión y se enfrenta a cargos importantes para organizar disturbios en enero. Mamai fue arrestado en febrero, después de organizar una manifestación el mes de febrero para conmemorar a los muertos durante los disturbios de enero.

Las intenciones de Tokayev

Tokayev podría actuar como Nazarbayev, aunque cuando llegó al poder había una mínima esperanza de cambio. Ahora, sin embargo, el mandatario kazako ha visto una reforma potencialmente importante: la extensión del mandato presidencial de cinco a siete años y la introducción de un límite de mandato único. La misma publicación pone de manifiesto que Tokayev no cuenta su mandato actual, y que, por lo tanto, se postula nuevamente para presidente. Una vez sea reelegido podría quedarse al poder hasta el 2029. Después de este periodo, en principio, no sería elegible para postularse para unas nuevas elecciones, pero está claro que también podría cambiarlas.

El extraño caso de las elecciones y Kazajistán

Hay un hecho, sin embargo, que llama la atención sobre Kazajistán. Y es que el país no ha celebrado elecciones presidenciales desde 1999, recuerda The Diplomat. El año 1998, Nazarbayev, que estaba entonces al poder, amplió el mandato de cinco a siete años. Se volvió a acortar el año 2007, a cinco años, con un límite de dos mandatos, introducidos para todos, excepto para el mismo Nazarbayev. Es decir, Nazarbayev estuvo al poder 27 años seguidos hasta que renunció en el 2019. Fue entonces que Tokayev asumió la presidencia del país.

Kazajistán: la guerra de Ucrania y las protestas de enero

Kazajistán era un país 'tranquilo' hasta que el día 2 de enero de este año empezaron unas protestas después de que el precio del gas pudiera a precios estratosféricos. Según parece, el gobierno habría dicho que eran consecuencia de una alta demanda. Las protestas se extendieron rápidamente a las ciudades. Nadie sabía exactamente cómo se habían organizado las protestas y las autoridades lo tildaron de protestas ciudadanas. Los disturbios no cesaban y para dar respuesta, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, una alianza militar de los estados postsoviéticos, acordó desplegar tropas de mantenimiento de la paz.

El día 7 de enero, Tokayev dijo que se había restablecido la orden, pero también anunció que se había ordenado a las tropas que, si era necesario, hicieran uso de la violencia contra los manifestantes. Según el portal Nexta, un medio de comunicación bielorruso, estas protestas buscaban la liberación inmediata de los presos políticos, renuncia total y dimisión del parlamento y del presidente, reformas políticas, democracia y derechos humanos garantizados.

Pero después de las protestas, llegó la guerra de Rusia a Ucrania. Kazajistán ha intentado siempre mostrar cierta distancia al conflicto y apostar por la paz. En este contexto y simple vista, puede sorprender que Kazajistán no reconozca estos territorios anexionados, pero todo tiene una explicación. "Si los líderes rusos están dispuestos a anexionarse partes de Ucrania y declararlas parte de Rusia para siempre, los líderes de Kazajistán podrían preocuparse por la región del norte de su país, de población mayoría rusa", puntualizaba en una entrevista en ElNacional.cat al director del Centro Havighurst de Estudios Rusos y Postsoviéticos de la Universidad de Miami, Stephen Norris. "Por otra parte, es una sorpresa. No han pasado ni 9 meses desde que Rusia envió tropas a Kazajistán para ayudar a poner fin a las protestas que afectaron al país".

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En este contexto, recuerda que a la votación de la ONU el pasado 2 de marzo se condenó la guerra en Ucrania. Solo Bielorrusia, Eritrea, Corea del Norte, Rusia y Siria votaron en contra. Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán se abstuvieron y Turkmenistán y Uzbekistán se consideraron ausentes". Panorama incierto, pues, lo que espera en el Kazajistán, con sus relaciones con Rusia y con la vista clavada a unas elecciones que, aparentemente, no aportarán muchas sorpresas.