El Gobierno italiano aprobó este viernes un decreto ley para aplicar el confinamiento total del 3 al 5 de abril, los tres días festivos de la Semana Santa en Italia, y aplicará a partir del 15 de marzo la zona roja, la de mayores restricciones, a las regiones con una incidencia semanal superior a 250 casos por cada 100.000 habitantes.

El decreto ley, que tendrá que ser aprobado por el Parlamento, endurece las medidas actuales en todo el país después de que el jueves se registraran 25.673 nuevos contagios de Covid, el mayor número desde hace meses, y, por ello,  aumentara la presión en los hospitales.

Nuevas restricciones

Las nuevas medidas restrictivas aprobadas por el Consejo de Ministros italiano, tras hablar con las regiones, serán válidas del 15 de marzo al 6 de abril. Según fuentes gubernamentales, durante los tres días festivos de Semana Santa los ciudadanos podrán trasladarse a otra casa dentro de la propia región, una vez al día y solo dos personas, sin contar los menores de 14 años. Una excepción para poder visitar a familiares en estas fechas.

Según el decreto, las áreas amarillas --las de menos restricciones-- desaparecerán, y pasarán a zona roja aquellas regiones que tengan una incidencia semanal superior a 250 casos por cada 100 mil habitantes, por lo que desde el próximo lunes casi toda Italia estará en zona roja o naranja.

De esta manera, solo la región de Cerdeña será la única en permanecer en zona blanca, con todas las actividades abiertas, mientras que a partir del próximo lunes acabarán en zona roja Lombardía, Piamonte, Véneto, Las Marcas, Trentino Alto Adige, Emilia-Romaña y Friuli-Venecia Julia, mientras que está en duda el Lacio, cuya capital es Roma, en espera de los últimos datos. En rojo, desde la semana pasada, ya están Campania, Basilicata y Molise; es una zona donde se permite poder ir a trabajar, pero cierran todos los colegios y universidades y actividades no esenciales.

Por otro lado, como anunció la ministra de Asuntos regionales, Maria Stella Gelmini, se aprobaron ayudas de hasta 290 millones de euros para facilitar los permisos parentales retribuidos a quienes tengan que quedarse con sus hijos por el cierre de los colegios y también se aumentarán las ayudas para contratar personas de ayuda en casa.