Este martes, Israel ha confirmado que su operación terrestre sobre la ciudad de Gaza no será corta. El portavoz militar, Effie Defrin, ha advertido en rueda de prensa telemática que “tomar el control de la ciudad y de sus centros de gravedad llevará varios meses; y varios meses más hasta que quede completamente destruida, o incluso más”. Defrin ha subrayado que la misión continuará hasta cumplir “los objetivos de la guerra” y ha destacado que, después de cinco semanas de combates, las fuerzas israelíes controlan “amplias zonas de la ciudad de Gaza”. La ofensiva ha empezado este lunes por la noche, con un fuerte despliegue de artillería, bombardeos aéreos y ataques de drones y helicópteros, que han provocado un éxodo de miles de civiles hacia el sur de la Franja. Según datos del Ministerio de Sanidad gazatí, la campaña militar ha causado ya unas 65.000 muertes.
Sobre los 48 rehenes que todavía se encuentran dentro del enclave, ha asegurado que las tropas actúan con la instrucción de evitarles cualquier daño “en la medida del posible”. En palabras suyas: “El jefe del Estado Mayor informará personalmente a los comandantes antes de la operación y los enfatizará la importancia de actuar gradualmente y evitar causar mal a los rehenes en la medida que sea posible. Estamos tomando todas las medidas, incluyendo los medios de inteligencia, sin escatimar esfuerzos, para comprender la situación”. Paralelamente, familiares de los secuestrados han montado de nuevo una acampada ante la residencia del primer ministro, Benjamin Netanyahu, a quien acusan de “sacrificar” a los rehenes y también los soldados israelíes. Por su parte, Hamás ha denunciado el avance de las tropas israelíes como una “limpieza étnica”. Este relato coincide con el informe reciente de una comisión investigadora de la ONU, que concluye que Israel está cometiendo un genocidio en Gaza.
La ofensiva iniciada este lunes por la noche
Israel ha iniciado ya la anticipada ofensiva terrestre sobre Ciudad de Gaza, “principal bastión” del grupo islamista Hamás. Después de semanas asediándola, el Ejército israelí ha confirmado este martes que ya hay tropas sobre el terreno dentro de la principal ciudad de la franja palestina, donde calculan que hay entre 2.000 y 3.000 milicianos de Hamás. Anoche empezaron los primeros movimientos avanzando y retrocediendo a la periferia de la ciudad, en medio de una escalada ofensiva que ha durado toda la noche con bombardeos aéreos con misiles, drones, ataques de artillería desde helicópteros. De hecho, el cielo de la capital gazatí se ha iluminado en numerosas ocasiones con bengalas del Ejército que llamaban a la evacuación de la ciudad. “Gaza quema”, ha aseverado el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, que ha añadido en una publicación en sus redes sociales que luchan por liberar a los rehenes que quedan y por destruir lo que queda de Hamás: “No desistiremos en nuestro afán y no haremos marcha atrás hasta que la misión se haya cumplido”.