Cuatro personas han sido detenidas en los Países Bajos este fin de semana acusadas de intentar secuestrar al ministro de Justicia de Bélgica, Vincent van Quickenborne. La noche del viernes al sábado, la policía arrestó a tres sospechosos de amenazar "seriamente" al ministro y el sábado detuvieron a una cuarta persona implicada. Van Quickenborne, que también es viceprimer ministro de Bélgica, ha suspendido toda su agenda y se ha visto obligado a aumentar su seguridad.

Las autoridades belgas iniciaron la semana pasada una investigación judicial después de ser avisados de posibles amenazas al ministro. Las primeras indagaciones, según informa la Fiscalía Federal del país en un comunicado, demostraron "rápidamente" que se trataba de un asunto de gravedad y que tenía que ser tomado "en serio". Delante de eso, el Centro Nacional de Crisis de Bélgica adoptó medidas para incrementar la seguridad de Van Quickenborne.

La Fiscalía no ha dado detalles de la amenaza al ministro, pero la televisión pública flamenca VRT aseguró que se podría tratar de un secuestro organizado por "el entorno de la droga". El diario flamenco Het Laatste Nieuws amplió la información indicando que cerca de la residencia de Van Quickenborne habían encontrado un coche con matrícula holandesa que contenía en su interior al menos un fusil de asalto y varias botellas de gasolina. Van Quiceknborne, miembro del partido liberal Open Vld, es ministro de Justicia desde el 2020, un cargo desde el cual tiene que combatir el crimen organizado.

El mensaje del ministro

El ministro de Justicia belga publicó el viernes una imagen suya en su cuenta de Twitter donde aseguraba que tanto él como su familia estaban "seguros". Nuestros servicios de seguridad intervinieron por una amenaza contra mí. Mi familia y yo estamos seguros. Nuestra lucha contra el crimen organizado continúa con más mano de obra y recursos que nunca. Nunca nos inclinaremos a la violencia", afirmaba.

El primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo, mostró su apoyo a Van Quickenborne y aseguró que era "totalmente inaceptable" que fuera víctima de esta amenaza. De Croo apuntó que no se dejaría "intimidar por nadie" y agradeció la tarea de investigación hecha por  los servicios de seguridad e inteligencia de Bélgica y de los Países Bajos.