El respeto de Donald Trump hacia sus predecesores como presidente de los Estados Unidos siempre ha brillado por su ausencia, pero ahora ha entrado en otro nivel. Entre las numerosas renovaciones que ha puesto en marcha en el último año en la Casa Blanca (derribando una para instalarle un salón de baile gigante) ha creado el "paseo de la fama" con fotografías de sus antecesores, aunque, en el caso de Joe Biden, en lugar de un retrato suyo ha situado una fotografía de una firma de boli automático. Yendo más allá, sin embargo, en el "Presidential Hall of Fame" ha añadido un panel explicativo de cada uno de los presidentes de los Estados Unidos, todas desde el punto de vista de su administración y sin ahorrar ninguna crítica, especialmente hacia los demócratas. Así, los que más han recibido han sido Barack Obama y Joe Biden.

Especialmente denigrante es el relato que hace de Biden, casi un año después de tomar el relevo. Así, el texto que acompaña la fotografía del bolígrafo automático se puede leer: "El adormilado Joe Biden fue, con diferencia, el peor presidente de la historia de los Estados Unidos. Después de llegar al poder tras unas elecciones fraudulentas, fue el responsable de una serie de desastres sin precedentes que llevaron a nuestra nación al abismo de la destrucción". A Trump se le va la lengua contra Biden, que en las últimas horas ha terminado su tratamiento contra el cáncer y en la Casa Blanca deja escritos algunos de sus insultos preferidos para referirse al demócrata: además de "sleepy" lo llama "crooked", es decir, "estropeado". 

 

El legado de Obama, según Trump

Obama tampoco sale nada bien parado. A pesar de que se ahorra insultos y malas palabras, lo define como una de las "figuras políticas más divisivas de la historia" de los Estados Unidos, repasando algunas de sus iniciativas que tilda de "terribles", como el acuerdo nuclear de Irán, y le acusa indirectamente de no haber hecho lo suficiente para luchar contra el terrorismo islámico: "Bajo su mandato, el ISIS se extendió por todo Oriente Medio, Libia colapsó y entró en caos y Rusia invadió Crimea". También le burla por haber bendecido la candidatura de Hillary Clinton, que perdió las elecciones de 2016 contra el magnate. También dispara, claro, contra Bill Clinton, aunque, eso sí, reconoce que durante su mandato hubo un gran boom económico que atribuye al boom tecnológico de finales de los 90. Eso sí, no se olvida de los "escándalos" de su presidencia, pero se guarda de mencionar la figura de Monica Lewinsky. Con todo, aprovecha para recordar de nuevo, ufano, la derrota de su mujer en 2016: "¡Hillary perdió la presidencia contra el presidente Donald J. Trump!", celebra. En la Casa Blanca todo gira ahora alrededor del neoyorquino que no duda y aprovecha para reescribir la historia a su antojo.