Las sanciones de la Unión Europea hacia Vladimir Putin se amplían y ahora también podrían afectar directamente a sus dos hijas, Maria y Katerina. Así pues, la UE se está planteando sancionarlas como respuesta a la barbarie de Bucha. La lista propuesta, que todavía tiene que ser aprobada por los gobiernos europeos y podría cambiar antes de que eso suceda, también incluye decenas de otras personas, entre personalidades políticas, magnates y sus familiares y varios propagandistas. Esta información la saca en exclusiva el diario económico Bloomberg. Las medidas contra las hijas del presidente ruso responderían a un "acto simbólico" ya que no hay evidencias que puedan tener activos significativos fuera de Rusia pero sí buscan crear malestar y la reacción de su propio padre.

Pendiente de los 27

Precisamente, Putin siempre ha estado extremadamente cauteloso sobre la vida de ellas y ha reiterado que nunca daría ninguna pista sobre sus identidades para protegerlas. La única mención que ha hecho en los últimos tiempos es cuando presentó la vacuna Sputnik contra la covid y aseguró que una de sus hijas se había vacunado y tan sólo había tenido un poco de fiebre durante las primeras horas. Pero más allá de eso, ni el Kremlin ha confirmado nunca los nombres, no han publicado fotografías de ellas de adultas y mantienen nombres de soltera, a pesar de estar casadas y allí cambiarse los apellidos, y a la vez difeentes a los corresponderían por Putin.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo por mensaje de texto que no estaba al corriente de la propuesta y que esperaría a ver qué se publica oficialmente. La UE también tiene previsto señalar más de una decena de entidades del sector de la defensa y cuatro bancos que se habían cortado del sistema global de pagos SWIFT pero que todavía no habían sido totalmente sancionados, incluido VTB Bank PJSC. También propone la prohibición de las importaciones de carbón ruso. Pero todo tendrá el sí definitivo cuando el paquete de sanciones sea aprobado por los 27 miembros.

Casadas con millonarios

Por una parte, María Vorontsova, su hija mayor, es copropietaria de Nomenko, que participa en el proyecto de inversión principalmente privado de Rusia en sanidad, según personas conocedoras del asunto. La otra, Katerina Tikhonova dirige un instituto de inteligencia artificial a la Universidad Estatal de Moscú. Hay que mirar los negocios y el patrimonio conjunto que han sacado adelante ambas por separado después de casarse con sus respectivos maridos para ver si la UE puede incidir con alguna sanción.

María, nacida en 1985, está casada con Jorrit Faassen, un millonario holandés que trabajó como alto cargo de la empresa Gazprom. Padres de dos hijos, el último se cree que nació en el 2014, poco después de tener que abandonar Holanda. La supuesta responsabilidad del gobierno ruso en el derribo del vuelo MH17 de Malaysian Airlines fue el desencadenante de su marcha de los Países Bajos. Todo empezó cuando el alcalde de Hilversum, ciudad de origen de la mayoría de las víctimas holandesas, se hizo eco a través de la radio de las informaciones que circulaban a la red sobre la presencia de María. Y empezó una campaña por echarla y ser expulsada del país. Más tarde se retractó de sus palabras pero la opinión pública ya se sumó. Los vecinos de Voorschoten empezaron a revelar detalles de su estilo de vida: la hija de Putin vivía en un ático lujoso de dos pisos y cinco habitaciones valorado en 2,5 millones de euros, propiedad de Faasen. Posteriormente y hasta justo antes de la guerra en Ucrania, vivían en uno rascacielos en el centro de Moscú.

Katerina, nacida en 1986, es conocida en Rusia por ser una bailarina acrobática que participa en competiciones mundiales. Aunque hace unos años, altos cargos rusos negaran que esta mujer fuera hija del presidente Putin, es un secreto de dominio público desde hace tiempo. Katerina estuvo casada con el multimillonario Kirill Shamalov, hijo de Nikolao Shamalov, amigo y socio de Putin. Convertido en uno de los oligarcas rusos puesto en el punto de mira después de la invasión en Ucrania, Shamalov ocupa el cargo de vicepresidente a la junta directiva de Bank Rossiya, compañía de la cual su padre es un importante accionista. En el 2018, después de cinco años de matrimonio, Kirill y Katerina anunciaron su divorcio. El matrimonio fue propietario, entre otros activos, de una vivienda valorada en 3,7 millones de dólares, a Biarritz, en el País Vasco francés, que compró Genadi Timchenko.