Sputnik V, la vacuna rusa contra el coronavirus, fue la primera vacuna registrada contra el virus en todo el mundo. La vacuna fue desarrollada por el Centro Nacional Gamaleya financiado por el Fondo Ruso de Investigación Directa. La vacuna, sin embargo, no está incluida entre las aprobadas por la Organización Mundial de la Salud, y como consecuencia, muchas personas vacunadas con esta vacuna por todo el mundo, pueden tener problemas a la hora de entrar en algún otro país, ya que algunos piden que las personas que entren estén vacunadas con las vacunas aprobadas por la OMS, recordaba France 24. Eso incluye, por ejemplo, muchos países de la América Latina que optaron por la vacuna rusa. Perú, México, Venezuela o Argentina son algunos ejemplos.

Y la guerra de Ucrania no ha ayudado precisamente. A consecuencia de la invasión rusa, la OMS ha retrasado el análisis de la vacuna rusa en curso para el uso de emergencia. Las revisiones, según informó la OMS se habían visto afectadas. La intención de Rusia era desarrollar una vacuna que fuera más barata que la de Pfizer y Moderna y tuviera menos dificultades logísticas y de distribución. Detrás de las vacunas hay mucha geopolítica. Algunos países, sin embargo, han optado por tirar millas y con estudios que han demostrado que no había consecuencias perjudiciales, han decidido poner una segunda dosis de la vacuna de Sputnik con uno de ARN mensajero.

Efectos de la guerra

Después de que Rusia invadiera Ucrania, los países occidentales bloquearon su espacio aéreo en los aviones rusos e impusieron sanciones duras, económicas y financieras. La OMS estaba analizando la vacuna para la autorización del uso de emergencia desde el año pasado. El mes de octubre del año pasado, la OMS suspendió el proceso de listado de uso de emergencia de Sputnik V, diciendo que faltaban datos y procedimientos legales pendientes, destaca la publicación Pharmaceutical Tecnhnology.

En un estudio publicado anteriormente, se descubrió que la vacuna Sputnik V era segura y podría evitar enfermedades graves en personas infectadas. Si se otorga la autorización de la OMS, la vacuna se podría adquirir como parte de COVAX para el suministro a escala mundial.

La India, con problemas

La guerra también ha afectado a las ventas de Sputnik Light. No se ha podido vender el stock de esta vacuna por el conflicto en Ucrania. Y la diplomacia de las vacunas avanza. Stelis Biopharma, con sede en Bangalore, se puso en contacto hace unas semanas, con el primer ministro indio, Narendra Modi, solicitando la adquisición de las inyecciones para inocular a los ciudadanos o suministrar a otros países bajo el programa Vaccine Maitri. Según recogía CNBC, Stelis Biopharma, el brazo biofarmacéutico de Strides Pharma Science, dijo que no podía vender 2.500 millones de unidades de la vacuna de dosis única fabricada por causa de varias limitaciones después de la guerra entre Rusia y Ucrania.

Más problemas para Rusia

Algunos expertos explicaban a The Optimist que las sanciones harían que fabricar la vacuna fuera más complicado, sobre todo en cantidades suficientes para la exportación, y cualquier cliente que lo desee tendrá dificultades para pagarlo. La guerra también podría hacer más difícil que la OMS acabe aprobando la vacuna. Sería muy complicado de entender que en medio de las atrocidades de una guerra, la aprobación saliera adelante. A pesar de todo, la falta de aprobación reguladora podría ser más un reflejo de la política que de la efectividad. Los datos resaltan que la vacuna Sputnik V tiene una efectividad del 91,5%.

 

 

Imagen principal: varios viales de la vacuna rusa de Sputnik / Efe