ÚLTIMA HORA: Sigue el minuto a minuto del conflicto Rusia - Ucrania 

Unas 900 personas, según fuentes de la Guardia Urbana, la mayoría rusos y ucranianos, se han congregado este sábado desde las 12.00 horas en la plaza Catalunya de Barcelona para protestar por la entrada de las tropas rusas en Ucrania. La protesta, convocada por la comunidad ucraniana, ha reunido personas de diferentes nacionalidades, entre ellas rusa. Los manifestantes han pedido paz y han reclamado a Europa que se "despierte" y que "no se quede con los brazos cruzados ante el conflicto". Los asistentes han lucido pancartas donde se podía leer "No a la Guerra, Putin saca las manos de Ucrania" o incluso un cartel que había hecho una niña pidiendo: "Ayudad a mi abuela". Otros manifestantes han ondulado banderas ucranianas y un grupo de participantes ha sujetado una gran bandera del país y lo han extendido en el centro de la plaza. Esta marcha ha concluido en la plaça de Sant Jaume, delante la sede de la Generalitat, donde se ha juntado con la protagonizada por miembros de la comunidad rusa, cuya manifestación había empezado en la plaza de Universidad, en contra de la invasión de Ucrania por el ejército de su país.

Sanciones a Putin

Los concentrados han reclamado sanciones para Vladímir Putin, la retirada de las tropas rusas de Ucrania y la intervención de la comunidad internacional en el conflicto. Han criticado que ni Europa ni España están haciendo nada para detener el ataque y alertan de que después de Ucrania, Putin podría plantearse hacer acciones en Europa. Una delegación de JuntsXCat ha asistido a la concentración para condenar la invasión militar de Ucrania. Entre los concentrados también estaba la ucraniana Olena Okhaimenko, que ha detallado que su familia ha decidido no abandonar el país y que está "escondida bajo tierra para protegerse". Sus padres viven a 40 kilómetros de la frontera y asegura que allí hay "soldados y tanques por todas partes". "No nos podíamos creer que los rusos nos pudieran atacar, pero lo han hecho", ha asegurado todo afirmando que "Putin está loco, a nadie sabe qué quiere hacer después en todo el mundo". También lo ve así la rusa Olva Ivanova que ha explicado que ha decidido ir a la manifestación porque si calla "participará en este crimen". Ella ha contado que tiene muchos amigos en Ucrania y que se ha tenido que marchar de su país porque "no está de acuerdo con nada de lo que hace Putin".

Entre los asistentes también estaba Tatiana, una ucraniana establecida en Sant Vicenç de Morunys que ha participado en la protesta acompañada de su hija y de su marido, que llevaba una bandera al cuello. Ella ha narrado que un hermano suyo y su madre huyeron de Kiev ayer por la mañana y que por la tarde hizo lo mismo su otro hermano. "Están muy preocupados, es una angustia constante, físicamente están bien, pero psicológicamente están arruinados", ha relatado añadiendo que no duermen. "Es un momento muy difícil para las personas mayores, para los niños y para el país", ha lamentado con lágrimas en los ojos.