Colombia está en vilo mientras el senador y aspirante presidencial Miguel Uribe Turbay está entre la vida y la muerte tras haber sido víctima de un atentado con arma de fuego. El político conservador, de 39 años, ha recibido dos disparos en la cabeza mientras hablaba con electores en un mitin a pie de calle en un parque de la localidad de Fontibón, en Bogotá. El presunto perpetrador del atentado ha sido un sicario de apenas 15 años, en una durísima escena que remite a la violencia política del país durante la guerra contra los narcos de los años ochenta y noventa. Las reacciones no han tardado en sucederse y entre ellas destaca la del gobierno de Estados Unidos. El secretario de Estado, Marco Rubio, una de las figuras de confianza del presidente Donald Trump, ha responsabilizado del atentado al presidente colombiano, el izquierdista Gustavo Petro: "Esto constituye una amenaza directa a la democracia y es resultado de la violenta retórica izquierdista proveniente de las más altas esferas del gobierno colombiano", ha aseverado Rubio en un tuit, en el que también ha aludido directamente a Petro al pedirle que "debe moderar su discurso incendiario y proteger a los funcionarios colombianos".

El presidente Petro, sin embargo, ha condenado "de manera categórica" el atentado, en un discurso ante la nación tras una reunión del consejo de seguridad del país. El mandatario colombiano se ha comprometido a movilizar todos los recursos del Estado para identificar y capturar al "culpable intelectual" del ataque al senador Uribe y ha añadido que "toda la línea de acción" en estos momentos va dirigida en primer lugar a conseguir que el senador "siga vivo". "El Estado se pone al servicio de la vida, la primera responsabilidad del presidente de Colombia es cuidar la vida de su propia oposición, es su deber respetarlo, hacer que vivan y no escatimar ningún esfuerzo en ellos", ha apuntado Petro, recogiendo los señalamientos. El presidente ha asegurado también que ha dado orden de investigar a los escoltas de Uribe para encontrar los fallos del protocolo de seguridad, "que indudablemente se incumplieron".

"A la familia de Miguel Uribe Turbay nuestro más profundo dolor y solidaridad. Sabemos qué pasa cuando se mata a uno de los nuestros o intentan matarlo, lo hemos vivido casi todos porque también somos hijos de la violencia y los conocemos, y sabemos de su enorme potencial de destrucción de la sociedad cuando se convierte en venganza. Espero que Miguel Uribe Turbay sobreviva, eso es lo que más quiero antes que nada, y eso es lo que debe sentir la sociedad, que antes que nada, juntar nuestros corazones y energías que lo van a ayudar para que esté bien", ha añadido Petro en su discurso.

La condena de toda Latinoamérica

Ha habido más reacciones internacionales, empezando por el presidente de la vecina Ecuador, Daniel Noboa, quien ha expresado que acompaña a la familia del senador "con profundo dolor" y ha condenado la violencia política, que "no puede ser tolerada". Desde Chile, el presidente Gabriel Boric ha aseverado que en democracia un atentado así "no tiene cabida ni justificación". El gobierno de Perú también ha condenado este sábado "enérgicamente" el atentado. Desde Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro también ha condenado los hechos y ha rechazado "todo acto de violencia que busque afectar la estabilidad política y social de Colombia". Desde la oposición venezolana, María Corina Machado ha condenado el "criminal atentado": "Acompañamos a María Claudia, a sus hijos y al pueblo de Colombia en esta hora tan oscura", ha apuntado la líder opositora.