El futbolista iraní Amir Nasr Azadani ha sido condenado este lunes a 26 años de prisión por un tribunal iraní por el supuesto asesinato de tres miembros de las fuerzas de seguridad durante las protestas por el asesinato de Mahsa Amini a manos de la política de la moral por no llevar el velo según las exigencias del régimen de Irán. El caso de Azadani se volvió viral y provocó críticas en todo el mundo cuando asociaciones de futbolistas y medios internacionales anunciaron en diciembre que había sido condenado a muerte. Finalmente, se aclaró que el joven estaba pendiente de juicio y ahora se sabe que ha evitado la condena a muerte.

🔴 Irán ejecuta a dos personas más por presuntos delitos cometidos durante las protestas

La presión internacional sobre el caso de Azadani podría haber inclinado la balanza del sistema judicial iraní a favor de esquivar una condena a muerte para el futbolista. Esta teoría coge peso al comparar la condena de Azadani con las condenas de otros jóvenes que han sido juzgados junto con el deportista. Saleh Mirhashemi, Majid Kazemi Sheikh Shabani y Saeed Yaqoubi han sido sentenciados a muerte por "moharebe" o "enemistad contra dios" por el asesinato de los basijis en Isfahan y se suman a las al menos 11 personas sentenciadas hasta ahora a la pena máxima. Los tres han estado además condenados a 10 años de prisión. Un quinto acusado, Soheil Jahangiri, ha sido condenado a dos años de prisión por su participación en los mismos hechos, y uno sexto, Jaber Mirhashemi, ha sido absuelto.

Protestas desde septiembre

Desde el 16 de septiembre de 2022, el Irán vivo inmerso en una movilización contra el régimen ultra-religioso sin precedentes. El detonante fue el asesinato de la joven Mahsa Amini en manos de la policía de la moral. Si bien al principio las protestas eran para denunciar su muerte y clamar en contra de la política de la obligatoriedad del velo para las mujeres, las protestas seguido escalando y ahora piden el fin de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Khomeini en 1979.

El gobierno iraní ha reprimido fuertemente las movilizaciones, protagonizadas sobre todo por jóvenes y mujeres que piden más libertades al grito de "mujer, vida, libertad." Casi 500 personas han muerto a las protestas y cerca de 20.000 han sido detenidas, según la ONG Iran Human Rights.

Viendo que la represión más violenta no apaga las protestas, el gobierno ha tratado de hacer alguna concesión. El pasado mes de diciembre, el régimen anunció que se suprimía la policía de la moral y abrió la puerta a una reforma de la ley que obliga a las mujeres a llevar hiyab. Sin embargo, estos gestos no han sido suficientes para una población que, ya no tolerar un régimen teocrático, haga más o menos concesiones.