Francia ha prohibido la entrada en el país a un predicador salafista yemení, que tenía que participar durante tres días en unas conferencias en la gran mezquita de Chilly-Mazarin, en Essonne, según anunció este miércoles el Ministerio del Interior francés. La visita del jeque salafista Sheikh Al-Mohammedi, de este viernes, sábado y domingo, formaban parte de una gira europea que la ha llevado a visitar Róterdam (Países Bajos), Colonia (Alemania) y Molenbeck, una de las cunas del islamismo radical en Bélgica, donde dio una última conferencia este miércoles por la noche. El ministro del interior, Gérald Darmanin, ha emitido una prohibición administrativa de territorio (IAT) para impedir su llegada, según informan diferentes medios franceses.

Con el fin de justificar su decisión, el ministerio liderado por Darmanin ha indicado las "observaciones que se atribuyen a este predicador salafista, o al menos los hadices (colección de actos y palabras de Mahoma y sus compañeros) que utiliza en apoyo de su intervención". Según lo que denuncia el ministerio, los judíos y los cristianos "son calificados de corruptores" por el predicador.

Ataques contra las mujeres

Acusado de hacer comentarios hostiles hacia Occidente, las mujeres, los judíos y los cristianos, el jeque Al-Mohammedi estaba bajo el punto de mira de los servicios especializados franceses y finalmente le han prohibido la entrada. Sobre las mujeres, este predicador "cita hadices que estipulan que un hombre tiene que cerrar los ojos cuando se encuentra con una mujer, y que la fuente de todos los males proviene de las mujeres", también especifica el ministerio. El predicador cita también hadices que recomiendan "el castigo corporal para aquellos que no respetan los preceptos religiosos de los ladrones", según explica el ministerio.

Por otra parte, según lo que denuncia el ministerio del Interior francés, el jeque Al-Mohammedi también pide "a los musulmanes a abandonar los países no musulmanes para poder respetar los preceptos de su religión" y "no compartir nada con los no musulmanes". Por este motivo, el ministerio bajo las manos de Darmanin ha considerado que "este erudito religioso hostil a los valores occidentales", es indeseable en tierra francesa "ante el riesgo de difusión de su doctrina extremista". Además, se le acusa de animar palabras "al separatismo y la retirada de la comunidad", y el ministerio considera que el Ayuntamiento de Chilly-Mazarin "debería prohibir la conferencia en las próximas horas". 

Tan solo unas horas más tarde, la alcaldesa de Chilly-Mazarin, Rafika Rezgui, en declaraciones a AFP ha anunciado que este jueves por la mañana ha firmado un decreto para prohibir la celebración de estas conferencias. "Es mi responsabilidad como alcalde, no quiero eludir -la", ha explicado el electo socialista. "El prefecto de Essonne se puso en contacto conmigo miércoles para informarme de estas conferencias. Me parece imprescindible reafirmar que este tipo de comentarios no tienen cabida en el territorio de la República", ha añadido.