Los llamamientos que ha hecho el Gobierno alemán para ahorrar gas están fracasando, y eso está provocando gran inquietud en la cancillería. Los hogares privados y los clientes comerciales más pequeños son responsables de alrededor del 40 por ciento del consumo de gas en Alemania, mientras que el 60 por ciento restante lo representan grandes clientes industriales. En los dos casos el ahorro es a estas alturas claramente insuficiente, según ha indicado el presidente de la Agencia Alemana de Redes, Klaus Müller.

Según Müller, Alemania difícilmente podrá evitar una emergencia de gas en invierno si no consigue un ahorro de al menos un 20 por ciento en los sectores privado, comercial e industrial. "La situación puede llegar a ser muy grave si no reducimos significativamente nuestro consumo de gas", ha insistido.

En contraste con esta política, el consumo de gas en Alemania aumentó la semana pasada, según la Agencia Alemana de Redes, que es el regulador. Eso es porque el consumo de gas en los hogares y clientes comerciales pequeños fue de 618 gigavatios hora, casi un 10 por ciento más que el nivel de consumo medio del 2018 al 2021. El consumo de los grandes clientes industriales fue sólo un poco inferior al de los años anteriores (-2%) la semana pasada, con 1.370 gigavatios hora. Todo queda muy lejos de la reducción del 20 por ciento en que el gobierno alemán considera necesaria.

Scholz ha realizado repetidas llamadas a la colaboración ciudadana para el ahorro de energía.

Mientras tanto, el operador del gasoducto Nord Stream 2 del Mar Báltico ha liberado parte del gas que todavía se encontraba en la cañería que está intacta. A consecuencia de eso la presión se ha reducido, según ha confirmado este jueves un portavoz de Nord Stream 2 AG en el cantón suizo de Zug. Se trata de una medida de precaución después de los daños que sufrieron los gasoductos Nord Stream 1 y 2. De todos modos, se ha mantenido la presión de 105 bar necesaria para el correcto funcionamiento.

El martes empezó el vertido de gas del gasoducto, y el proceso durará unos ocho días. Nord Stream 2 AG no ha proporcionado ninguna información sobre cuál debería ser la presión en el futuro. La seguridad de la línea de gas no quedará en peligro por la presión reducida: "No estamos hablando de una lata de Coca-Cola", ha soltado al portavoz de Nord Stream 2.