Donald Trump ha sido reconocido este viernes con el nuevo Premio FIFA de la Paz, una distinción inédita hasta ahora que se ha entregado durante el sorteo del Mundial de Fútbol 2026. El galardón, según la organización, quiere reconocer a aquellos líderes que hayan contribuido de manera “extraordinaria y excepcional” a la paz mundial y el elegido para inaugurar este palmarés ha sido el presidente de los Estados Unidos, que hace tan solo unas semanas se quedó fuera de la carrera por el Premio Nobel de la Paz, la distinción que verdaderamente anhelaba y por la que no paró de reivindicar sus méritos. Durante su discurso de recepción, Trump no ha dudado en presentarse como artífice de la paz global: “Hemos parado guerras antes de que empezaran, hemos salvado vidas, hemos salvado países… Es un honor para mí subir aquí y recibir este premio”. El mensaje coincide con una de las ideas que el presidente ha intentado imponer desde su regreso a la Casa Blanca: que, bajo su administración, el mundo es más estable y seguro.

“Gracias a los que han conseguido que el mundo sea más seguro. Hace un año no éramos el país que somos, y ahora es así gracias a mi liderazgo”, ha asegurado Trump, que no ha titubeado a la hora de atribuirse méritos. El mandatario ha vuelto a hacer referencia a las supuestas “ocho guerras” que dice haber evitado o frenado desde su regreso a la presidencia estadounidense. El autoelogio ha ido acompañado de una lluvia de palabras halagadoras del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, que ha protagonizado un discurso cargado de una admiración incondicional. “Le damos el premio por este esfuerzo tan excepcional que está haciendo para luchar por la paz. Es lo que queremos de un líder”, ha dicho. Incluso ha llegado a afirmar que “usted, presidente, se lo merece. Por sus éxitos. Siempre tendrá todo mi apoyo y el de la comunidad del fútbol”. El premio que ha recibido Trump es más grande que la propia Copa del Mundo.

La concesión de este galardón a medida ha generado polémica por el contexto en el que llega. Trump ha ordenado recientemente un despliegue militar para presionar la salida del poder del presidente venezolano Nicolás Maduro, mientras las Fuerzas Armadas de Estados Unidos llevan a cabo bombardeos sumarios contra embarcaciones que, según la Casa Blanca, transportan droga a las aguas caribeñas y del Pacífico. Estas operaciones están siendo analizadas por el Congreso de Estados Unidos, que estudia si vulneran el marco legal nacional e internacional. Paralelamente, varias organizaciones civiles han expresado su preocupación por el hecho de que el Mundial de 2026 se celebre en un país en el que, según denuncian, no se garantiza el debido proceso legal en las detenciones y deportaciones de inmigrantes. También han criticado a la FIFA por la falta de transparencia, ya que no ha detallado qué criterios ha seguido para otorgar el nuevo Premio de la Paz.