El escándalo no cesa en Downing Street. Las polémicas fiestas celebradas en plena pandemia en la residencia del primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, en un marco de restricciones en el país, no se quedan sólo en la que tuvo lugar el pasado 20 de mayo de 2020, con cerca de una cuarentena de personas, ni tampoco con las reuniones festivas en la víspera del funeral del príncipe Felipe de Edimburgo. Según revela el diario The Mirror, el primer ministro y su equipo celebraban cada semana los "viernes de la hora del vino". Hay que recordar que, durante varias semanas, las reuniones en espacios interiores estaban prohibidas en el país británico.

Según el medio, todos los viernes, en Downing Street, el primer ministro emplazaba al personal a "desahogarse" y celebraban reuniones con copas de vino. The Mirror señala que Johnson estaba en estos encuentros "regularmente". Paralelamente, se detalla que su equipo habría invertido en un refrigerador de bebidas donde guardaban botellas de vino blanco, cerveza y Prosecco.

Cada viernes, apunta la información, miembros del personal de Johnson se alternaban para ir a buscar estas reservas al Tesco Metro de Westminster. Iban con una maleta con ruedas para cargar el frigorífico.

Participaban cerca de 50 trabajadores

Los "viernes de la hora del vino" contaban con la participación de una cincuentena de trabajadores cada semana. Estas se concentraron, especialmente, entre el otoño de 2020 y la primavera de 2021. Más adelante, estas acabaron con la apertura, nuevamente, de las reuniones en los espacios exteriores.

La cuestión es que, en este periodo, hubo normas que establecían la prohibición de que dos o más personas de diferentes burbujas pudieran reunirse en recintos interiores. La excepción la marcaban las reuniones por "razones laborales", la necesidad de las cuales tenía que estar justificada. Desde Downing Street, se habrían amparado en este punto para poder celebrar estos encuentros.

Aunque estas reuniones para "destensarse" son tradicionales en la residencia del primer ministro británico y, de hecho, se hacían también con gobiernos anteriores, la discusión se sitúa el hecho de que se hicieran en un momento de restricciones duras en el país y que, siendo consciente de eso, también estuviera en algunas ocasiones Boris Johnson.

El 'partygate'

Estas reuniones se unen a las otras que han trascendido a lo largo de los últimos días. El viernes, varios medios británicos publicaban que, en el contexto del día antes del funeral del duque de Edimburgo, se celebraron dos fiestas en los jardines de Downing Street y que se alargaron hasta la madrugada. En estas no participó Boris Johnson, pero sí que había otros miembros de su gabinete. The Daily Telegraph apuntaba que había en torno a 30 personas, el mismo número de gente que pudo ir al último adiós a Felipe de Edimburgo debido a las restricciones que había en aquel momento, que impedían reuniones como las que se produjeron en la residencia de Johnson. Las fiestas se celebraron para despedir a uno de los fotógrafos del premier, James Slack, que se marchaba al diario The Sun.

Las críticas fueron feroces y, rápidamente, el portavoz del primer ministro explicó que Johnson se había disculpado ante la reina Isabel II por estas dos celebraciones, aunque él no estaba. El mes de abril, las reuniones tenían que estar al aire libre y estaban limitadas a seis personas. De hecho, se había llegado a pedir a la población que no fuera a dejar flores o velas al Palacio de Windsor o de Buckingham para evitar aglomeraciones y la posible transmisión de la covid.

La otra polémica que salpica al conservador Johnson es una fiesta que se produjo el 20 de mayo de 2020. La cadena de televisión ITV reveló un correo electrónico del secretario privado del premier emplazando a esta celebración: "Hola a todos, después de lo que ha significado un periodo de mucho trabajo, he pensado que estaría bien aprovechar este buen tiempo que hace estos días y tomar unas copas, con distancia social, en el jardín del Número 10 esta tarde. Sumaos a partir de las seis de la tarde, y traed vuestro propio alcohol". En aquel momento, la primera ola estaba disparada. En la fiesta, a la cual asistieron unas 40 personas, estaban Johnson y su pareja Carrie.