El candidato del partido ultranacionalista Partido de la Libertad (FPÖ), Norbert Hofer, ha ganado la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas ayer en Austria. Ha conseguido el 36% de los votos, según las últimas estimaciones, muy por encima de los candidatos del Partido Social Demócrata y el Partido Popular, que han quedado fuera de la segunda vuelta con aproximadamente un 11% de los votos.

Todo apunta a que el candidato de los Verdes, el independiente Alexander Van der Bellen, competirá con la extrema derecha en la segunda vuelta después de haber obtenido cerca del 20% de los votos.

Golpe a la gran coalición

Es la primera ocasión desde la Segunda Guerra Mundial que los dos partidos de gobierno en Austria, los socialdemócratas y la centro-derecha, han quedado fuera de la carrera para la presidencia del país. Por el contrario, el tercer y el cuarto partido del Parlamento austríaco, el FPÖ y los Verdes, han conseguido quedar en los primeros lugares, lo que apunta a un periodo de cohabitación. Esta situación contrasta con los resultados de las presidenciales del 2010, en las que el candidato independiente que se presentaba para los socialdemócratas ganó claramente con un 79,3% de los votos en primera vuelta frente al 15,2% obtenido por el candidato de la extrema derecha.

El castigo a la gran coalición se explica por el aumento del descontento con las instituciones de gobierno, justamente con los problemas económicos y de inmigración a raíz del drama de los refugiados. Precisamente, el candidato ultraderechista Hofer ha utilizado el fenómeno de la inmigración siria para alzarse como "el protector de Austria".