El presidente de la petrolera rusa Lukoil, Ravil Maganov, ha muerto después de caer por la ventana del Hospital Clínico Central de Moscú, donde estaba ingresado, según ha informado la agencia de noticias Interfax. No es una muerte aislada. Maganov, de 67, no es la primera víctima de la compañía en estos últimos meses. El exgerente de la petrolera, Alexandr Subbotin murió también en extrañas circunstancias el mes de mayo pasado. La causa fue un paro cardiaco, después de intoxicarse con veneno de rana.

La agencia TASS, citando fuentes de las fuerzas del orden, ha detallado que el suceso ha pasado a las 7 de la mañana hora de Moscú y que se trata de "una muerte por suicidio". Por otra parte, la agencia de noticias Mash ha publicado que "Ravil Maganov se lanzó al vacío desde el sexto piso del Hospital Clínico Central en la calle Marshala Timoshenko".

Con Maganov al cargo, la empresa había emitido un comunicado pronunciándose sobre la guerra en Ucrania. "Defendemos el cierre inmediato del conflicto armado y damos apoyo debidamente a su resolución a través del proceso de negociación y por medios diplomáticos", según destacaba el comunicado. Lukoil, la segunda petrolera más grande de Rusia, fue una de las pocas que han pedido el fin de la guerra.

¿Quién era Ravil Maganov?

El presidente de Lukoil trabajaba desde 1993 a la petrolera en puestos ejecutivos. Fue primer vicepresidente ejecutivo y supervisó las exploraciones y producciones. En el 2020 la junta directiva de Lukoil nombró Maganov como presidente en lugar de Valeri Greifer, que murió en abril de aquel año.

La petrolera ya se ha mostrado "entristecida" por la muerte de Maganov, que "ha muerto después de una grave enfermedad". "Ravil hizo una contribución inavaluable no solo al desarrollo de la compañía, sino a toda la industria rusa de petróleo y gas", ha destacado Lukoil.

Nueve oligarcas más han muerto desde el inicio de la guerra

Estos dos dirigentes, sin embargo, no han sido los únicos oligarcas muertos en estos más de seis meses de guerra en extrañas circunstancias. Desde que empezó la guerra, hasta 9 oligarcas han muerto de maneras inexplicables: accidentes de tráfico, suicidios, visitas a chamanes...

El pasado mes de abril, apareció colgado en una casa alquilada en Lloret de Mar Sergei Protosenya, un alto directivo de la empresa rusa Novatek. Su mujer y su hija también murieron, pero con heridas de arma blanca. El mes de marzo, se informó de que Vasily Melnikov, que trabajaba para la firma médica MedStorm, murió en su casa con su mujer y sus hijos. Los investigadores concluyeron que Melnikov apuñaló a su familia antes de suicidarse. Un medio ucraniano expuso que podría haber tenido una confrontación con un socio comercial.

Pero eso no es todo. Un día antes, el exvicepresidente del banco Gazprombank, Vladislav Avaev, fue encontrar muerto en su apartamento con su mujer y la hija. Los investigadores dicen que habría matado primero a la familia, y después se habría matado a él. La conclusión para informar de este suceso así es porque la puerta estaba cerrada por dentro.

Un día después de que empezara la guerra, también se encontró otro muerto. En este caso se trata del director general adjunto de Gazprom del Centro de Asentamiento Unificado para la Seguridad Corporativa, Alexander Tyulyakov.