Después del ataque terrorista de este viernes a Moscú, que ha dejado al menos a 137 víctimas mortales, este domingo al mediodía ha sido evacuado un centro comercial conocido como London Mall en San Petersburgo por una falsa amenaza de bomba, según informan los medios rusos. El hombre que ha dado el aviso vía llamada telefónica ya ha sido detenido. La zona ha sido inspeccionada por expertos en explosivos a lo largo de la tarde y el aparcamiento próximo al edificio, así como las avenidas adyacentes, han quedado bloqueadas temporalmente. Finalmente, después de la inspección de las autoridades policiales, no se ha encontrado ningún explosivo y todo ha quedado en una falsa alarma. A partir de media tarde se ha permitido nuevamente la entrada de civiles en el centro comercial, según informa el diario ruso Fontanka.

Precisamente este mismo domingo otra mujer ha sido detenida por un falso aviso de bomba en un avión que se disponía a elevar desde Moscú con destino en Ereván, la capital de Armenia. Durante el interrogatorio, la mujer aseguró solo era "una broma". Con todo, las autoridades rusas han actuado con rapidez, en el contexto crítico del grave atentado vivido este viernes a la sala de conciertos Crocus City Hall, a unos 20 kilómetros del centro de Moscú: el recuento oficial de víctimas se ha elevado este domingo a las 137 personas. Las autoridades del país eslavo han informado que se están haciendo exámenes genéticos para establecer las identidades de 62 cuerpos.

Durante el duelo nacional por el atentado de viernes

La tensión de las autoridades y la sociedad rusa es justificada: Rusia vive este fin de semana unos días de duelo nacional por las víctimas del atentado en el Crocus City Hall, donde desde las primeras horas de la mañana los moscovitas han llevado flores al lugar de los hechos, en la ciudad de Krasnogorsk, que acogía la sala de conciertos, mientras las banderas rusas en todas las instituciones estatales ondean a media asta. Las fuerzas de seguridad han detenido hasta el momento a once personas vinculadas con el atentado, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico. El de viernes fue el peor ataque terrorista en la historia contemporánea de la capital rusa, por encima de la crisis del secuestro, por parte de grupos chechenos, de los asistentes del teatro Dubrovka en 2002, que se saldó con 132 rehenes muertos después de una intervención de las fuerzas de seguridad rusas.

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