"Los servicios secretos de Estado Islámico han infiltrado soldados en varios países de Occidente" entre los cuales figura España. "Daesh necesita a gente que esté dispuesta a inmolarse en Europa". "Habrá muchos ataques simultáneos a Inglaterra, Francia o Alemania". Todas estas revelaciones pertenecen a Harry Sarfo, un ciudadano alemán que está completando su proceso de reintegro en la prisión después de haber sido afiliado a Estado Islámico, en una entrevista concedida a The New York Times.

Arrepentido por creer que respondía a una llamada sagrada en su viaje hacia Siria, ahora Sarfo proporciona información confidencial para los servicios de inteligencia antiterroristas a raíz de la experiencia en el interior de la organización. Allí pudo acceder a los servicios secretos de Daesh y, por haber huido, es considerado en la actualidad un traidor.

Sarfo ha destapado las intenciones de la organización terrorista para atentar en Europa. Durante su efímera estancia comprobó de primera mano cómo Estado Islámico tiene el objetivo de instalar operativos por todo el viejo continente. Confiaban en Sarfo para extender la red de contactos a su país natal, pero éste se dio cuenta de su equivocación al constatar el modus operandi de Estado Islámico y su radicalidad en sus praxis.