Una delegación del Partido Nacional Escocés (SNP), la formación de la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, ha visitado la sede de la OTAN en Bruselas, coincidiendo con los preparativos del nuevo referéndum sobre la independencia de Escocia. La delegación escocesa ha abordado con representantes de la OTAN el nuevo "concepto estratégico" de la Alianza Atlántica, además de la situación en la guerra de Ucrania y otras cuestiones como la desinformación y la situación en Afganistán. El SNP incorpora como uno de los elementos a estudiar de cara a la independencia, la política de Defensa. Uno de los aspectos importantes es que Escocia aloja actualmente los submarinos nucleares británicos Trident, que reposan en las bases de Coulport y Faslane, en la costa Oeste escocesa.

La opción preferente de Londres en caso de independencia sería trasladar los submarinos nucleares de Escocia a la base de la marina real de Devonport, en la localidad inglesa de Plymouth, según apuntó en el mes de septiembre el Financial Times. Otra posibilidad sería destinar los Trident a un país aliado como Estados Unidos, quizás a la base naval de submarinos Kings Bay de la Armada norteamericana en el sureste de Georgia. También se contempla el traslado a Francia, en la Île Longue, en Bretaña, donde están alojados misiles.

De la misma manera que Irlanda inició su proceso de independencia en medio de la Primera Guerra Mundial, en 1916, la primera ministra de Escocia ha anunciado que la guerra de Ucrania no altera su previsión de que el próximo año convocará el segundo referéndum sobre la independencia. Sturgeon ha insistido en que el proyecto seguirá adelante a pesar de la invasión rusa de Ucrania.

Por otro lado, Escocia abrirá esta primavera la quinta oficina en territorio europeo para prepararse para el segundo referéndum de autodeterminación. El hub llegará a Copenhague coincidiendo con el momento en que la primera ministra Sturgeon tiene previsto "profundizar en el debate constitucional" con Londres. Este movimiento se da en el marco de la estrategia del SNP para estrechar lazos con los estados miembros de la Unión Europea y, más concretamente, con los países nórdicos. En Europa, Escocia ya tiene oficinas en Berlín, Bruselas, Dublín y París. Aunque el objetivo de los hubs en Europa es extender la influencia de Escocia entre los estados miembros, el gobierno tiene claro que con eso no quieren "exportar el debate sobre la independencia" a estos países, sino establecer estructuras para un posible nuevo estado: "El propósito de las oficinas representativas del gobierno escocés es continuar las conexiones prácticas y mutuamente beneficiosas entre Escocia y otros países", ha explicado un analista