El partido Nueva Democracia se perfila como ganador de las elecciones generales en Grecia, a pesar de no conseguir la mayoría absoluta. Según las previsiones de las encuestas, el partido conservador liderado por Kyriakos Mitsotakis obtendría entre el 36 y el 40% de los votos, mientras que su rival Alexis Tsipras y su partido Syriza se quedarían con un 25-29% de los votos. A pesar de su victoria, Nueva Democracia solo conseguiría entre 121 y 125 escaños, lejos de los 151 necesarios para obtener la mayoría absoluta en el Parlamento heleno. Por su parte, Syriza recibiría entre 86 y 89 asientos, consolidándose como la principal fuerza de izquierda en el país y líder de la oposición.

La tercera bastante política sería el Partido Socialista PASOK, que obtendría entre 35 y 36 escaños. Este resultado les permitiría reducir distancias con Syriza y formar un gobierno de coalición con Nueva Democracia. No obstante, ambas formaciones han mostrado su negativa a pactar, especialmente al líder socialista Nikos Androulakis, quien ha reiterado que no aceptará una coalición con Mitsotakis o Tsipras como primer ministro. Los partidos minoritarios de izquierda, como el KKE (Partido Comunista) con entre 22 y 23 escaños, y MeRA25, el partido de Yanis Varoufakis, con entre 11 y 12 asientos, también obtendrían representación en el Parlamento. Además, Solución Griega, el único partido de extrema derecha que ha conseguido entrar al Parlamento con 15 escaños después de la exclusión de Griegos por la Patria, herederos de los neonazis de Semilla de Aurora.

Durante la campaña electoral, Tsipras ha buscado formar una "gran coalición progresista" con los socialistas, pero esta opción resultaría matemáticamente imposible si se confirman las encuestas. Tsipras se verá obligado a continuar como líder de la oposición, posición que obtuvo a las elecciones de 2012 cuando Syriza se convirtió en la segunda bastante política gracias a su discurso populista durante la crisis económica.

Estas elecciones en Grecia se caracterizan por el cambio en el sistema de voto, que por primera vez desde 1990 es proporcional en lugar de mayoritario. Esta ley fue aprobada en el 2016 durante el Gobierno de Tsipras y excluye los 50 escaños adicionales tradicionalmente otorgados al partido ganador. No obstante, este sistema se restablecerá si se convocan segundas elecciones en julio.