Los Estados Unidos están movilizando bombarderos B-2 hacia Guam como han confirmado fuentes oficiales a la agencia Reuters este sábado. Esta clase de avión puede cargar la bomba GBU-57, descrita como la madre de todas las bombas, que es capaz de destruir objetivos a gran profundidad. Los movimientos se producen mientras se espera la decisión de Trump con respecto a la involucración de los Estados Unidos en el conflicto que estalló el pasado 13 de junio entre Israel e Irán. Este fin de semana el presidente de los Estados Unidos se tiene que reunir con su equipo de seguridad nacional con el fin de discutir la posibilidad de ayudar a Israel a destruir la instalación nuclear de Fordó, decisión que el mismo Trump se dio dos semanas para tomar. El movimiento de activos militares no es extraño en este tipo de situaciones, ya que ofrece tanto al presidente como sus mandos militares visualizar las diferentes opciones.
Este sábado, aviones israelíes han bombardeado varios silos de misiles y una instalación nuclear en el suroeste de Irán, que ha respondido con una cortina de fuego de misiles balísticos y el lanzamiento de drones contra territorio israelí. Mientras las dos partes en este nuevo conflicto intercambiaban fuego, las comunicaciones del control de tráfico aéreo mostraban cómo los bombarderos B-2 de la fuerza aérea estadounidense despegaban desde una base militar en Misuri y se encaminaban hacia el Pacífico.
Fuentes oficiales han podido confirmar a la agencia Reuters que el destino de los aviones desplegados era Guam, aunque no han confirmado si habrá más órdenes de movimiento una vez lleguen a este territorio estadounidense situado en medio del Pacífico.
El presidente Donald Trump se dio el pasado miércoles, y otra vez el viernes, dos semanas para tomar una decisión sobre si su país se unirá a Israel en sus esfuerzos por destruir el programa nuclear iraní, que la república islámica sostiene que es únicamente para usos civiles. Según informa la Casa Blanca, Trump se reunirá con su equipo de seguridad nacional esta tarde para deliberar sobre la decisión, y lo volverá a hacer otra vez el domingo por la mañana, según marca la agenda oficial del presidente.
La región espera la decisión de Trump sobre el despliegue de la fuerza aérea estadounidense para atacar las instalaciones nucleares de Fordó, una de las plantas de enriquecimiento de uranio más importantes de Irán. Por otra parte, el ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, ha avisado que cualquier involucración de los Estados Unidos sería "extremadamente peligrosa para todo el mundo".