Han pasado solo seis meses desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca aquel 20 de enero, pero parecen haber sido seis años. El vertiginoso ritmo con el cual ha operado la Administración Trump durante su nuevo periplo por la presidencia de los EE.UU. no nos ha permitido descansar ni un día y ya ha agotado en todo al mundo. Cada mañana nos hemos levantado con una de sus ocurrencias, improvisaciones, amenazas o declaraciones. Desde reventar los mercados mundiales con los aranceles en el famoso Liberation Day, hasta ejercer una represión muy grande sobre el colectivo LGTBIQ+, pasando por querer utilizar la fuerza militar para anexionar Canadá, la creación una criptomoneda meme denominada TrumpCoin que fracasó estrepitosamente, fingir una ruptura amistosa con Elon Musk y acabar insultándose y amenazándose por X, o acusar a los inmigrantes de comer perros. Todo ello dibuja un escenario tan insólito como inquietante, donde la realidad política a menudo supera la ficción.
Más de 77 millones de norteamericanos hicieron presidente a Donald Trump en las pasadas elecciones del 5 de noviembre de 2024, superando a la candidata demócrata Kamala Harris. Durante aquella campaña presidencial, donde casi es asesinado por un francotirador de 20 años que estuvo a 0,6 cm de provocar un terremoto mundial sin precedentes, Donald Trump, una de las cosas que más prometió fue poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania en 24 horas. Como era de esperar, eso no lo ha cumplido, y está lejos de hacerlo. De hecho, uno de los episodios más vergonzosos en relación con este conflicto fue su encuentro con Volodímir Zelenski en la Casa Blanca, donde el presidente ucraniano fue víctima de una emboscada mediática orquestada por Trump en un espectáculo que bordeó la humillación diplomática.
Siguiendo con la parte internacional, Trump también prometió mediar en el conflicto en el Oriente Medio para poner una paz exprés y un alto el fuego real y duradero. Pero se ha acabado alineado completamente con Israel, hasta el punto de querer hacer una limpieza étnica para vaciar la Franja de Gaza y levantar un paraíso turístico de la mano de Benjamin Netanyahu, quien lo propuso como candidato para ganar el Premio Nobel de la Paz. Trump publicó un vídeo hecho con inteligencia artificial llamado "Trump Gaza", donde se le veía a él y a Netanyahu en una piscina en medio de un resort de lujo, presentando la Franja como un paraíso turístico, borrando toda traza de la destrucción.
Trump publica un vídeo generado por inteligencia artificial en el que muestra cómo le gustaría que fuera la Franja de Gaza tras expulsar por la fuerza a todos los palestinos: él bailando en una discoteca, Netanyahu tomando el sol y Elon Musk comiendo https://t.co/jjrugxMLXw pic.twitter.com/0pYmu9FSIM
— Europa Press (@europapress) February 26, 2025
Uno de los momentos más delirantes de los primeros meses del nuevo mandato fue el famoso Liberation Day, una jornada que Trump presentó como la liberación de América del "secuestro comercial chino", pero que, en realidad, desencadenó un colapso coordinado de las bolsas a todo el mundo. En un solo día, Trump impuso aranceles del 100% a productos tecnológicos e industriales provenientes de China, Corea del Sur y, también, aranceles a la Unión Europea. El argumento oficial era poner fin a décadas de "relaciones comerciales injustas", pero las consecuencias fueron inmediatas y se produjeron caídas a todas las bolsas globales y hubo una escalada de tensiones diplomáticas. Delante de la presión de las empresas norteamericanas y el riesgo de una guerra comercial a gran escala, la Administración Trump hizo marcha atrás parcial al cabo de dos semanas, suprimiendo los aranceles en Europa pero manteniéndolos para China y otros países asiáticos. A pesar de la rectificación, la confianza en el liderazgo económico de los Estados Unidos ha quedado gravemente tocada.
En este nuevo mandato, Donald Trump ha intensificado las políticas migratorias más duras de su primer paso por la Casa Blanca. Ha reactivado los programas de deportación exprés, ha eliminado el estatus especial para menores no acompañados y ha reducido los límites de admisión de refugiados a mínimos históricos. Además, ha ampliado las funciones de la policía migratoria, permitiendo detenciones preventivas sin necesidad de orden judicial en zonas designadas como "fronteras internas", incluyendo ciudades universitarias y campus educativos. Uno de los giros más controvertidos ha sido el tratamiento de los estudiantes internacionales. La Administración Trump ha restringido la emisión de visados para nuevos estudiantes de determinados países, alegando "riesgos de seguridad e infiltración ideológica". También ha impuesto un sistema de controles reforzados sobre los programas de investigación en ciencias y tecnología, y ha impulsado auditorías en universidades con altos porcentajes de estudiantes extranjeros para evaluar su "lealtad nacional".