Primeras consecuencias políticas después de la gran derrota del Partido Socialdemócrata (SPÖ) durante la primera vuelta de las presidenciales en Austria, donde la ultraderecha fue la clara ganadora. Hoy ha dimitido el canciller federal, Werner Faymann, que dejará tanto la dirección del gobierno del país como la presidencia del Partido Socialdemócrata.

El hasta ahora canciller de Austria está siendo muy cuestionado por los malos resultados del partido durante la primera vuelta de las elecciones presidenciales, celebradas el pasado 24 de abril. El candidato del SPÖ ni siquiera consiguió pasar a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, que ahora se disputarán el ultraderechista Norbert Hofer y el ecologista Alexander Van der Belle, y que se celebrarán el próximo 22 de mayo.

Todo apunta que ahora será el alcalde de Viena, Michael Haupl, quien asumirá la dirección del partido socialdemócrata de forma interina. El nombramiento se producirá esta misma tarde durante la reunión de la ejecutiva.

Derrota socialdemócrata y popular

Faymann gobernaba desde el 2008 con una gran coalición con el Partido Popular (VPO). Su popularidad, sin embargo, había caído en picado en los últimos tiempos. Ahora a duras penas llega al 20% de los apoyos, mientras que el partido ultraderechista, Partido de la Llibertat (FPÖ), se sitúa en torno al 30%. 

Esta situación contrasta con los datos obtenidos en las elecciones presidenciales del 2010. En aquella ocasión, el candidato independiente que se presentaba para los socialdemócratas ganó claramente con un 79,3% de los votos en primera vuelta, frente al 15,2% obtenido por el candidato de la extrema derecha.

La derrota de populares y socialdemócratas es especialmente significativa, ya que es la primera vez, desde la Segunda Guerra Mundial, que los dos grandes partidos de gobierno quedan fuera de la carrera para la presidencia del país.