Este viernes es el último día del magnate Elon Musk en la Casa Blanca, tal y como ha confirmado el presidente estadounidense, Donald Trump, con quien dará una rueda de prensa conjunta a modo de despedida. "Este será su último día con nosotros, pero no realmente, porque siempre estará con nosotros ayudándonos todo el tiempo. ¡Elon es fantástico!", ha afirmado el mandatario republicano en un mensaje en su red social, Truth Social. Se pone fin así a 130 días en los que el hombre más rico del mundo, dueño de la red social X, SpaceX o Tesla, ha sido una de las figuras más visibles e influyentes del gobierno de la primera potencia mundial.
Musk ya ha avanzado su despedida este jueves, con un mensaje en el que ha agradecido a Trump "la oportunidad de reducir el gasto innecesario" de la administración pública estadounidense, la misión que le encomendó el republicano al otorgarle su puesto de empleado especial del Gobierno —un cargo con fecha de caducidad que no requiere pasar por el filtro del Senado—. Trump lo nombró después de que el magnate, afín a él ideológicamente, financiara su campaña presidencial con una aportación de 260 millones de dólares.
Cuando volvió a la Casa Blanca en enero, Trump le puso al frente de un nuevo departamento, el de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés). ¿Su objetivo? Unos controvertidos recortes en gastos considerados superfluos y despidos masivos de trabajadores públicos, para reducir en unos 2 billones de dólares el gasto federal. Entre las mayores polémicas de estos ajustes figuran el recorte de fondos para los supervivientes del 11-S, importantes recortes en el Departamento de Educación o querer cerrar la agencia de ayuda humanitaria y desarrollo USAID.
A lo largo de estos cuatro meses, miles de funcionarios estadounidenses de numerosos departamentos y agencias públicas han recibido correos en los que se les atribuía un "desempeño inadecuado" o falta de "aptitudes" y han perdido su empleo. En la mayoría de los casos se ha tratado del eslabón más débil: trabajadores en periodo de prueba, con menos de dos años de servicio y sin los mismos derechos blindados que los funcionarios fijos. Otros 75.000 trabajadores públicos se han acogido al plan de bajas incentivadas, renunciando a cambio de beneficios. El objetivo explicitado por Musk es que después de su marcha del cargo, "la misión del DOGE" continúe, igual que continuó el budismo después de Buda, en sus excéntricos términos.

Una motosierra y un saludo ambiguo
Durante estos meses, la realidad es que Musk ha estado en boca de todos y su legado no está exento de polémica. Su periplo por la Casa Blanca lo comenzó con una imagen curiosa, llevando a uno de sus trece hijos —de diversas mujeres—, llamado X AE A-XII, al Despacho Oval, durante una atención con Trump a los medios. A los pocos días de tomar el cargo, Musk se buscó conflictos países socios, por ejemplo, acusando al primer ministro británico, Keir Starmer, de encubrir casos de abusos a menores cuando era el Fiscal General del país; o cargando contra la Unión Europea por sus regulaciones del sector tecnológico.
Musk también ha dado apoyo públicamente al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), una afiliación ideológica sospechosa de la que se habló mucho cuando el propio magnate hizo en un acto público un ambiguo gesto similar al saludo a la romana que empleaban los nazis. Ante los focos, de hecho, el empresario se gusta, como cuando sacó a pasear ante su público ultra la motosierra que le había regalado el presidente argentino, Javier Milei, como símbolo de los recortes públicos. Mientras tanto, se han sucedido en las calles de Estados Unidos numerosas manifestaciones contra Trump, Musk y sus políticas.

Cohetes y coches que explotan
Durante este tiempo, Musk ha compaginado el puesto en la Casa Blanca con la dirección de X, de Tesla y de SpaceX. En la red social se mantiene activo y polémico, mientras que sus coches han empezado a aparecer por todo el mundo vandalizados o con pegatinas que avisan: "Compré el coche antes de que Elon se volviera loco". Trump le ha ayudado con ello haciendo un desfile publicitario de coches Tesla en los jardines de la Casa Blanca y subrayando su americanidad.
En cuanto a SpaceX, Musk ha conseguido que su base de operaciones en Texas haya conseguido el estatus de municipio. El magnate mantiene su particular carrera espacial por enviar misiones tripuladas a Marte antes que la NASA. De momento, sus cohetes Starship, pensado para la ida y vuelta, no han pasado de la atmósfera terrestre sin explotar. Además, el magnate trató sin éxito de comprar TikTok, empresa obligada a buscar comprador estadounidense por sus orígenes chinos.

Crónica de un divorcio anunciado (con Trump)
Sin embargo, la complicidad con Trump parece ser que se fue empañando durante los últimos meses. Todo comenzó a intuirse con sonados encontronazos con otras figuras del gabinete del republicano. En marzo, con el secretario de Estado, Marco Rubio, a quien acusó de no haber despedido "a nadie" y a quien dijo que solo sabía hacer bien el salir a dar declaraciones en televisión. Trump defendió a Rubio y relegó el papel de Musk al de asesor. En abril, Musk, reticente con los aranceles de Trump, tuvo una discusión con el ideólogo de estas medidas, el asesor de Comercio Peter Navarro, a quien llamó "idiota", le acusó de decir falsedades y dijo que era "más tonto que un saco de ladrillos". De hecho, el magnate ha abogado por una política de cero aranceles con Europa.
También en abril, Trump ya dijo en privado a su círculo íntimo que los días de Musk en la Casa Blanca estaban contados. Según se filtró a la prensa, ambos habían pactado su salido, una vez completado un recorte importante del gasto público satisfactorio para el mandatario republicano. Unos días después, Musk ya comenzó el distanciamiento de sus funciones para el gobierno americano, afirmando que a partir de mayo les dedicaría solo "uno o dos días a la semana". Avanzó que iba a centrarse más en sus empresas, ante el panorama económico complicado de Tesla. Este mayo, Musk ha constatado el paso al lado: "He hecho lo que se tenía que hacer", dijo. Este jueves, finalmente, el magnate se ha despedido en un mensaje en redes, agradeciendo a Trump la oportunidad. Sin embargo, la respuesta de Trump, que le deja la puerta abierta, lleva a pensar que la influencia de Musk no se evaporará tan pronto: "Siempre estará con nosotros ayudándonos".