El Dáil de Dublín, la cámara baja irlandesa, ha escogido este martes al líder del partido democratacristiano Fine Gael, Simon Harris, como nuevo primer ministro de Irlanda, después de la dimisión de su correligionario Leo Varadkar el mes pasado. Harris coge las riendas del gobierno con 37 años, uno menos de los que tenía Varadkar en el 2017, en su primera etapa como primer ministro, hecho que lo convertirá en el mandatario más joven en la historia del país.

El dirigente conservador ha obtenido el apoyo de 87 de los 160 diputados de la cámara, entre los cuales se incluyeron diversos independientes y los miembros de la formación centrista Fianna Fáil -segunda fuerza nacional- y del Partido Verde, socios del Fine Gael en el ejecutivo de coalición. Por el contrario, la mayoría de los partidos de la oposición, encabezada por el nacionalista Sinn Féin, ha rechazado la candidatura de Harris y ha pedido la celebración de unas elecciones generales anticipadas, previstas sobre el papel para el 2025.

Un partido a la baja

En su primer discurso, el nuevo 'taoiseach' ha asegurado que liderará un "gobierno de cooperación" con centristas y verdes, con lo que reiteró su intención de agotar la legislatura a pesar de la presión de la oposición. Harris se ha comprometido a ejercer su cargo con "un espíritu de humildad, pleno de energía y determinación" para conseguir los objetivos marcados por este gobierno desde que accedió al poder en 2020. "Ahora es el momento oportuno para construir un nuevo contrato social, que renueve nuestras promesas como república", ha declarado el primer ministro, quien también ha destacado el trabajo ejercido por Varadkar, a quien ha descrito como "pionero".

El dirigente conservador se ha desplazado después a la residencia del presidente de la república, Michael D. Higgins, quien ostenta un cargo principalmente representativo, para formalizar la elección del decimoquinto primer ministro irlandés. Entre sus retos más inmediatos destacan las elecciones locales y europeas de junio, en las cuales confía en dar un impulso a una formación en declive durante los últimos años. Después de gobernar en coalición con los laboristas entre 2016 y 2020, el Fine Gael cayó al tercer lugar en los comicios generales de 2020, por detrás del Fianna Fáil y del nacionalista Sinn Féin, antiguo brazo político del ya inactivo IRA.

Descartan elecciones anticipadas

A pesar de su victoria en las urnas, Sinn Féin no obtuvo apoyos después para formar a un ejecutivo y, desde entonces, las encuestas le siguen situando como el favorito del electorado, por lo cual ha vuelto ahora a insistir en la necesidad de un cambio. Por eso, Harris ha subrayado que sigue comprometido con el programa pactado para esta legislatura con centristas y ecologistas, por lo cual ha descartado elecciones anticipadas, previstas sobre el papel para 2025.

Según los observadores, el retroceso del Fine Gael ha sido uno de los factores que llevaron a Varadkar a presentar por sorpresa su dimisión el pasado 20 de marzo, cuando él mismo alegó motivos "personales y políticos" para abandonar el cargo. También pesó en su decisión el hecho de que dos semanas antes el Ejecutivo sufriera una inesperada derrota en dos referéndums encaminados a modernizar el concepto de familia y el papel de la mujer en la sociedad.