Los talibanes han reivindicado el atentado que ha causado centenares de heridos y decenas de muertos en el centro de Kabul este martes por la mañana. Un coche bomba detonó delante de las oficinas de la Dirección de Seguridad de Dignatarios (NDS), fuerza de seguridad encargada de proteger a funcionarios gubernamentales de alto nivel, ha explicado Sediq Sediqqi, un portavoz del Ministerio del Interior.

La jefe de la policía de Kabul, general Abdul Rahman Rahimi, confirmó 28 muertos, la mayoría "civiles, incluidos mujeres y niños". Se espera que el número aumente, pues otras 327 personas habían resultado heridas, de las que 180 siguen hospitalizadas, según Rahimi.

La explosión se produjo a las 8.55 de la mañana, una hora punta, en una zona muy concurrida, cerca de varias oficinas del Gobierno y de una parada de autobús llena de gente. El estallido hizo temblar las ventanas de buena parte de la ciudad.

Asalto

Se escucharon tiros tras la explosión, pues algunos terroristas habían entrado en el edificio atacado. Según Rahimi sólo había entrado un militante, que fue abatido en menos de media hora por la seguridad afgana. El atentado lo habrían cometido dos militantes islamistas.

Un portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, se ha hecho responsable del ataque en Twitter. "Un camión lleno de explosivos", según un comunicado talibán posterior, ha sido detonado antes de que los terroristas entraran en el edificio.

Es una táctica casi idéntica a la usada en el atentado contra la embajada española en Kabul del pasado 11 de diciembre. Allí murieron dos policías españoles y cuatro afganos. Un vehículo estalla delante de un edificio, creando caos, y un pelotón de terroristas lo aprovecha para penetrar en el edificio, mata a los que allí encuentra y resiste el asalto de la policía hasta la muerte. 

En este caso, el camión explosionó en una zona de aparcamientos donde hay tiendas de reparación de vehículos y colindante con las instalaciones atacadas.

Vivo o muerto

El portavoz talibán asegura que un número indeterminado de insurgentes penetró en la sucursal de los servicios de inteligencia. Los explosivos estaban colocados en un "camión", "La mayor parte de la oficina (del NDS) ha sido destruida y muchos de sus empleados han muerto o resultado heridos", concluye.

Este atentado en Kabul se produce después de que la semana pasada los insurgentes anunciaran el comienzo de la ofensiva de primavera, lo cual supone un aumento de sus ataques. A ello siguió el anuncio del Gobierno afgano de un plan de cinco años para combatir la insurgencia. 

Mohamed Amir, de 13 años, ha dicho al New York Times que la explosión desparramó todos los artículos del taller de automóviles donde trabaja. "Mi tío tiene una herida en la cabeza y mi hermano sigue desaparecido. No está claro si está vivo o muerto", dijo. "Espero que haya sobrevivido al ataque como yo."