El partido independentista Corsica Libera ha hecho un llamamiento a boicotear las elecciones a la presidencia de la República francesa del próximo domingo (en primera vuelta) y el domingo 24 de abril (en segunda vuelta) y ha pedido una movilización continúa. "Esta posición todavía gana más coherencia por el menosprecio de París al pueblo corso y a la democracia corsa. Nos parece realmente contraproducente avalar una democracia francesa en la tierra de Córcega", ha indicado el dirigente del partido, Petru Antone Tomasi. El anuncio de Corsica Libera, realizado ante la prefectura (delegación del gobierno), ha coincidido con las protestas que se han vivido en las últimas semanas en la isla, después del asesinato del líder corso Yvan Colonna, que estaba encarcelado en Arles.

Tomasi ha aprovechado su intervención para reclamar la ciudadanía corsa. "Del reconocimiento del pueblo corso se desprende un cierto número de derechos. Hablar la lengua, hoy amenazada, vivir en la tierra y trabajar a través de una ciudadanía corsa. La cooficialidad de la lengua corsa y el traspaso del poder legislativo para poder definir nosotros mismos nuestro propio modelo de sociedad y satisfacer las expectativas diarias del pueblo corso", ha señalado. Ha apostado en este sentido por una reforma del estatus de Córcega en la normativa francesa, y al mismo tiempo ha rechazado la violencia. "Corsica Libera, como todos los corsos, aspira a la paz, en un pueblo corso que viva con serenidad. Lo hemos demostrado en el pasado cuando dimos apoyo sin ambigüedades a la decisión del FLNC de salir de la clandestinidad, buscando la voz de una expresión democrática para hacer valer los derechos del pueblo corso. Continuamos con este estado de ánimo, pero también decimos que ante este deseo, no podemos tener simplemente el desprecio del Estado francés y su rechazo a la democracia corsa", ha indicado. Corsica Libera tiene actualmente 13 escaños en la Asamblea corsa, dentro de la candidatura independentista Pè a Corsica que tiene 41 escaños.

El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, se reunió con los cargos electos de la isla a finales de marzo y les ofreció empezar un proceso de autonomía, pero sin cuestionar la unidad francesa. En abril estaba previsto un primer ciclo de reuniones, pero los contactos se han enfriado a causa de la gran distancia que separa las dos partes, y el debate se ha superpuesto a las elecciones a la presidencia francesa. Habrá que ver sobre todo qué pasa con la cooficialidad de la lengua corsa, la tercera pata de las reivindicaciones nacionalistas corsas, junto con el autogobierno y los presos.