El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este viernes que ha decidido "romper" la relación de su país con la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que acusa de haber gestionado mal la emergencia sanitaria del coronavirus, al creer en exceso las informaciones aportadas por China.

Aunque no ha dado más detalles al respecto durante una conferencia de prensa, el anuncio de Trump supone la suspensión permanente de la contribución de su país a la organización, ahora congelada y que se estima entre 400 y 500 millones de dólares anuales, lo que equivale aproximadamente a un 15% del presupuesto total del organismo.

Trump ya ordenó el pasado 14 de abril congelar temporalmente los fondos que EE.UU. aporta a la OMS mientras revisaba el rol del organismo, en lo que ha definido como "el grave mal manejo y encubrimiento de la expansión del coronavirus". La semana pasada, Trump dio un plazo de 30 días al organismo para acometer reformas, que ni él ni la Casa Blanca detallaron públicamente, y advirtió que, de lo contrario, cortaría de manera permanente los fondos y su país saldría de la institución.

Aunque todavía no ha pasado ni la mitad de ese plazo, Trump lo ha dado por concluido este viernes al afirmar que la OMS "se ha negado a actuar" y a "acometer las reformas solicitadas" por Estados Unidos, por lo que él ha decidido romper la relación con el organismo.

El presidente de Estados Unidos, que con más de 1,7 millones de contagiados es el país más afectado en la pandemia, acusa a la OMS de haber gestionado mal la emergencia sanitaria global, especialmente en los tramos iniciales de la crisis, al creer en exceso las informaciones aportadas por las autoridades chinas.

A lo largo de sus más de tres años en la Casa Blanca, a Trump no le ha temblado la mano para romper con el consenso internacional al retirar a Estados Unidos de la Unesco, del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, del Acuerdo de París sobre la crisis climática o del pacto nuclear con Irán.

Estados Unidos, que ha superado las 101.000 muertes a causa del coronavirus, sigue sin poder atajar el avance de la enfermedad, de la que se han contagiado 1,7 millones de habitantes en este país.