Un grupo de operarios ha limpiado y desinfectado las piedras del Muro de las Lamentaciones de Jerusalén, que cada año tocan miles de personas, fundamentalmente judíos pero también visitantes de otras confesiones, para prevenir por el coronavirus.

Según informa la Agencia Judía de Noticias, también se han retirado las notas de plegaria depositadas entre las piedras en los últimos seis meses, con guantes y herramientas de madera de un solo uso. Serán enterradas en la Montaña de los Olivos.

Las autoridades israelíes han decidido realizar la limpieza y desinfección especial porque se acerca la Pascua, y es previsible que el Muro reciba visitas. Hay que tener en cuenta que en Israel no existe confinamiento total, aunque el gobierno lo está estudiando.

El Muro de las Lamentaciones, denominado Kotel en hebreo, es el último vestigio que queda del segundo templo de Jerusalén, que fue derribado el año 70 por las tropas romanas del general Tito, que posteriormente sería emperador. El Kotel, situado muy cerca de donde estaba el sanctasanctórum del templo y el Arca de la Alianza, sobrevivió al imperio romano y ha llegado hasta el nuestros días. Es el lugar más sagrado del judaismo.

El primer templo de Jerusalén fue contruido por el rey Salomón hacia el 960 a.C., pero lo derribaron los babilonios en el 586 aC. Zorobabel reconstruyó el segundo templo a partir del 517 a.C. y lo finalizó Herodes el Grande, hacia el 19aC.